Por estas fechas de abril de 1931, un 14 de abril, España amanecía convertida en República. Las elecciones del día doce habían mostrado al Rey Alfonso XIII, para decirlo con sus propias palabras, “que ya no gozaba del amor del pueblo” español.
El rey, decepcionado de los enredos políticos españoles, y ante la indiferencia de los jefes militares que rehusaron defenderlo, abandonó su reino vía marítima. Este epílogo estaba incubado desde que unos años antes, más allá de Gibraltar, un desastre militar sacudiera los cimientos del poder real.
En julio de 1921, tropas españolas se encontraban situadas en la zona de Annual, desmoralizadas tras varios choques con los guerrilleros marroquíes..
La versión de los detractores de la monarquía afirma que, desoyendo al Alto Comisario de España en Marruecos, general Berenger, el general Silvestre cruzó el río Almerkan llegando a las puertas de Alhucemas, solo para cumplir una apuesta que hizo al rey Alfonso XIII. Es que había prometido celebrar con champán la festividad del santo del rey, el primer día de agosto, en esa ciudad. Dicen que el rey le respondió con un telegrama de aprobación: “Ole ahí por tus cojones, Silvestre”.
El ánimo de los españoles no era el mejor para tal bravata. Se encontraban desmoralizados, temerosos, y desconcertados en una guerra que para la mayoría de ellos carecía de sentido. Eran guiados por moros que sin mayores remordimientos, penas ni excusas, se pasarían al bando opuesto. Las fuerzas enemigas se encontraban en su propio terreno, y a las órdenes de un líder legendario.
Las fuerzas de Abdelkrim, unos tres mil guerrilleros, derrotaron allí al moderno ejército español de más de trece mil hombres, dando origen a la leyenda del líder rifeño Abdelkrim.
Aquello quedó en la historia como el desastre de Annual, considerada la mayor derrota militar en la historia de España, y consumada el 22 de julio de 1921
Tras humillar al moderno y orgulloso ejército colonial español, Abdelkrim declaró la república del Riff, haciendo retroceder la presencia española en Marruecos a la zona de Melilla, por el este, y a Ceuta, Tetuán y Larache por el oeste.
El desastre causó gran conmoción política en España, al punto que el mismo Alfonso XIII diría poco tiempo después a Joaquín Salvatella (ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes) que era inevitable e imprescindible instaurar una dictadura debido al descontento.
Gran parte del descontento se debía a las revelaciones del general Picasso, contenidas en un informe que fue imposible mantener en secreto. En el famoso expediente se echaba luz sobre la descomunal corrupción de la fuerza de ocupación española en Marruecos.
Nadie puso en duda que esa corrupción había propiciado el desastre de Annual.
Apenas dos años sobreviviría la monarquía constitucional a dicho desastre. El golpe militar que siguió, iniciado el día 13 de septiembre de 1923, culminó con éxito el 15 de Septiembre, instaurando la Dictadura de Primo de Rivera. Este cambio no sería muy traumático, sobre todo porque el rey Alfonso XIII era partidario del golpe y nombró al general sublevado Jefe del Gobierno y lo puso al frente de un Directorio militar.
De esta forma el rey Alfonso XIII ligó su destino a la dictadura, de allí que cuando Primo de Rivera fracasó en su intento de perpetuar su modelo político y renunció, en enero de 1930, la debacle de la misma monarquía quedó sentenciada. El general Berenguer, quien dirigió las riendas del poder entre 1930 y 1931, fue incapaz de evitar el avance de los partidarios de la república, que quedó proclamada el 14 de abril de 1931, hace exactamente ochenta y seis años.
Era el final de una historia iniciada con un desastre militar en Marruecos.
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