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El Colegio de Educación Infantil y Primaria Blasco Ibáñez, del municipio valenciano de Beniparrell, permanece cerrado desde hace más de seis meses por la trágica DANA. El desastre meteorológico arrasó los cimientos del edificio al que acudían 131 alumnos, afectando al sótano de la escuela y quedando las aulas inhabitables. Ahora, las familias denuncian una cadena de soluciones insuficientes y tardías.
El pesimismo suele llenarlo todo, y la preocupación se palpa en el ambiente. La palabra «crisis» (económica, moral, educativa, cultural, ética, social...) monopoliza todas y cada una de las conversaciones que se llevan a cabo a lo largo y ancho de este país. Con este comienzo, lo más normal es que los lectores piensen que les quiero agobiar, pero ni mucho menos es esa mi intención.
El impuesto a los beneficios extraordinarios e ingentes de la banca es una cuestión de justicia social en España y en cualquier país del mundo. La justificación económica de lo que se recauda, por parte de Hacienda o del sistema de impuestos responde a la necesidad de gravar los excesos de rentabilidad bancaria.
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