Cuando te comunican que padeces un cáncer de mama te inundan un montón de sensaciones difíciles de explicar. Piensas en la muerte y tus pensamientos son negativos con respecto a tu futuro. Todas las personas pasan por las mismas etapas hasta que llegas a aceptarlo y la verdad es que hoy en día aún no se de dónde, pero sacas una fuerza que ta hace afrontar la enfermedad y coger al toro por los cuernos. Si la noticia crea en ti una mezcla de sensaciones que hace que no olvides en ningún momento del día la enfermedad que padeces, esto no es nada con lo que te espera. Pruebas y más pruebas para poder llegar a un diagnóstico lo más certero posible y al fin esperar que te llamen para la intervención quirúrgica.
Yo quisiera haber sido Esperanza Aguirre!!! Qué lujo, casi todos los jefes de servicio a su servicio. Eso de ingresar y que el mismo día te hagan las pruebas preoperatorias y que además sepas que ese mismo día te van a intervenir. Qué lujo!!!!!! Pero que además en el mismo acto operatorio se realizan la anatomía patológica para saber si los bordes están o no libres de enfermedad. Qué lujo!!!!!!! Y ya lo que faltaba que la herida la cierre una cirujana plástica. Que lujo!!!!!!
La realidad es otra, el día a día de las mujeres afectadas de cáncer de mama es otra, por lo menos en el hospital Clínico de Valencia. Cuando te operan no tienes a ningún anatomopatólogo esperando a analizar la pieza extraída, con lo que cuando ya está el resultado de la anatomía patológica (suele tardar unos 10 días), te puedes llevar la sorpresa que los bordes no están libres de enfermedad y tienes que volver a entrar al quirófano y ya te enfrentas a una mastectomía, o sea a la amputación de la mama. Igual que a Esperanza!!!!!
Y de la cicatriz casi mejor no hablar. Por supuesto que no tienes a ningún cirujano plástico para cerrarte la herida y puedo decir que la cicatriz que te queda te recordará siempre por lo que has pasado.
Me hubiera gustado ser Esperanza Aguirre, la diferencia de trato entre ella y yo está dividida por un abismo. Pero que además la diferencia de trato la pague con mis impuestos, pues que quieres que te diga. No me parece justo.
Pero mira, con su salida del hospital me reí un rato. "La comida estaba buenísima". No dudo que lo estuviera, la que ella se comió. Supongo que se preocuparían y mucho de la comida que le dieron y en el estado que le llegó.
En mi experiencia puedo decir que la comida está asquerosa, fría y no se porqué se empeñan en darte alimentos dulces (bollería empaquetada), o sea sanísimo. La fruta no la ví en los 3 días que estuve ingresada. Bueno, y los yogurts, que risa, te dan aquellos que nadie quiere y con sabores que sólo pruebas allí.
No me parece mal el trato que ha recibido Esperanza Aguirre, es más me parece estupendo, pero creo que las demás mujeres nos merecemos el mismo trato que ella recibió y mucho más en un hospital del servicio público de salud.
El lujo en materia de sanidad es para todos, no sólo para unos cuantos como en el caso de Esperanza Aguirre.
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Pepa Giner es Médico y ha padecido cáncer de mama.