Real Madrid y Power Electronics Valencia afrontan esta sábado la primera semifinal de la Copa del Rey de baloncesto, cita a la que ambos llegan con las pilas a tope tras dejar en la cuneta en su estreno a Gran Canaria 2014 y Blancos de Rueda Valladolid, con relativa comodidad, más clara en el caso de los valencianos

	Quintetos Power Electronics Valencia: Prigioni, Llull, Suárez, Reyes y Tomic --cinco inicial--; Rodríguez , Tucker, Mirotic, Velickovic, Fischer, Begic, y Vidal. Real Madrid: Cook, Martínez, Javtokas, Claver, Savanovic --cinco inicial--; Agustin, Simeón, Lishchuk, Navarro, Pietrus, De Colo y Fernández. Árbitros: Datos: Palacio de Deportes. Retransmitido por Teledeporte

SIGLO / Madrid

El equipo de Svetislav Pesic arrolló a la gran revelación de la Liga ACB, que acusó el verse en una cita de renombre y que apenas se mantuvo en el partido durante algo más de un cuarto, para acabar sucumbiendo por más de 20 puntos (60-83), permitiendo al técnico serbio dar minutos a todos sus jugadores y mantener al grupo enchufado, pero no sobrecargado.

Víctor Claver (29.34) fue el jugador que más tiempo estuvo sobre el parqué, pero el alero valenciano protagonizó la mejor actuación de la jornada y el subidón mental contrarrestará el posible cansancio. El resto tuvo más respiro e incluso el recién llegado David Navarro jugó más de 11 minutos para dar relevos. Javtokas fue otro de los decisivos y De Colo no renunció al protagonismo cuando fue su turno.

Así, los 'taronja' uno de los favoritos de los técnicos para estar en la final (junto al Barcelona) afrontará el partido con la moral incluso más reforzada que antes de llegar y presto a mantener la línea ascendente que le permite estar en el grupo perseguidor de los colíderes de la ACB Regal FC Barcelona y Real Madrid.

El equipo valenciano, campeón en su debut en la competición en Valladolid'98, busca la que sería su tercer final (tras las de 2000 y 2006) después de caer en semifinales en la edición precedente ante el FC Barcelona, a la postre campeón a costa del Real Madrid. Mientras, Pesic, artífice de la mejora de los suyos sueña con repetir el entorchado logrado en 2003 con el Barça.

EL REAL MADRID NECESITA QUITARSE PRESIÓN.

Su rival, un Real Madrid que necesita que su técnico siga haciendo trabajo psicológico para que su equipo no se añada la presión que él quiere quitarles, pero que genera el mero hecho de estar en el club de Chamartín, como ya se vio ayer en la salida del equipo, revolucionado y sin ideas en ataque.

Los madridistas afrontan la cita copera tras una racha inmejorable. Un pleno de triunfos en 2011 en la competición doméstica y en Europa, cimentado en el serio trabajo del entrenador italiano sobre su plantilla, que cuenta con muchos jugadores jóvenes que ayer tardaron casi un cuarto en entrar en el partido.

Ya de salida, los blancos pudieron certificar que el hecho de jugar en Madrid no será ni por asomo sinónimo de contar con mayor respaldo, todo lo contrario, su rival canario gozó de todos los aplausos, --salvo de los de propia afición madridista-- y durante los primeros minutos se vio al Real Madrid que quieren evitar.

Calma y tranquilidad, es lo que necesitan los jugadores madridistas, que deben quitarse de sus hombros la losa de no haber ganado el título desde 1993, y que ante el Power Electronics no tendrán las mismas facilidades para la remontada que les dio el equipo insular, mermado por la baja de Savane y con una plantilla corta, a diferencia de la profundidad del banquillo 'taronja'.

La mejor noticia para Messina fue que Sergio Rodríguez volvió a dar muestras de que su acoplamiento es un hecho y que puede relevar con solvencia a Pablo Prigioni, que el jueves no estuvo al nivel de los últimos encuentros, pero que tuvo la cobertura perfecta en el base tinerfeño.

Carlos Suárez, que sigue a pleno rendimiento, Ante Tomic, que aprovechó su clara ventaja en la pintura, y Llull, que fue de menos a más, también estuvieron a buen nivel, aunque para el sábado Messina necesitará a más jugadores para lograr una plaza en la final, donde buscaría su primer título, tras perder la anterior a manos del Barcelona.