Empate técnico en el Camp Nou entre catalanes y vascos (0-0). El conjunto de Pep Guardiola y los leones de Joaquín Caparrós dejaron los deberes para el encuentro que se disputará en territorio bilbaíno. Sobre el partido en sí, poca historia. Basta con decir que los porteros estuvieron inéditos durante los noventa minutos...
| Ficha técnica | 0- F.C.Barcelona: Pinto (2), Alves (1), Abidal (2), Piqué (1), Maxwell (2); Mascherano (1), Keita (1), Xavi (1); Iniesta (2), Bojan (1), Pedro (2).
0– Athletic Club: Iraizoz (2); Iraola (2), San José (2), Ustaritz (2), Koikili (2); Susaeta (2), Gurpegui (2), Javi Martínez (2), Gabilondo (2), Iturraspe (1); Igor Martínez (1).
Cambios: En el F.C.Barcelona Messi (2) por Keita (min.53), Villa (2) por Bojan (min.61) y Adriano (-) por Mascherano (min.77). En el Athletic Muniain (2) por Igor Martínez (min.55), Orbaiz (-) por Iturraspe (min.71)
Goles: 0-0 .
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano) (2). En el equipo azulgrana mostró tarjeta a Piqué (89'), mientras que en el Athletic amonestó a Javi Martínez (32'), Ustaritz (44'), Gabiolondo (52'), Iraola (81').
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Copa del Rey. 45.207 espectadores en el estadio Camp Nou. Terreno de juego en buenas condiciones. |
Datos destacables | Lo mejor: Seriedad defensiva Pese al partido soso el vivido en barcelona, gustó la concentración defensiva de los vascos.
Lo peor: Lamentable asistencia Mal tiempo, mal día en la capital catalana y el graderío azulgrana no respondió. La Copa pierde la poca credibilidad que tenía.
El dato: Ocho meses después Lionel Messi no encadenaba dos encuentros consecutivos sin marcar desde hace ocho meses. |
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Sergio Garcia / Enviado al Camp Nou
Titulaba la previa: “25 Copas del Rey de color azulgrana contra las 23 rojiblancas, nadie tiene más”. Los Barça-Athletic siempre fueron sinónimos de fútbol, de garra, de tensión. Pero no hubo absolutamente nada. Ambos conjuntos, que son los que acumulan mayor número de entorchados, hicieron méritos más que suficientes para seguir desvirtuando aún más la Copa del Rey.
Y sin Villa ni Messi. Guardiola contó para el partido de Copa del Rey con los jugadores que ganan títulos [sic], como calificó recientemente el técnico culé a los Bojan, Maxwell y compañía. Así pues, Puyol dejaba la capitanía y Abidal repitió por enésima vez como central, mientras que Xavi ponía el juego azulgrana acompañado de los pulmones de Keita y Masche. En ataque, Pedrazo, Bojan y el más que posible Balón de Oro, Andrés Iniesta.
Por su parte, 'Jokin' Caparrós se plantó en la Ciudad Condal sin un asesino en serie. Con Fernando Llorente en el dique seco, el míster utrerano dejó en el banco a las referencias atacantes. El batallador Toquero y el cachorro Muniain eran suplentes en detrimento de una medular más que reforzada. San José, por su parte, regresaba a la titularidad y lideraría la zaga.
Tras el pitido inicial, el Barça empezó tocando con comodidad ante la pasividad del equipo vasco, que parecía prevenirse de un posible arreón barcelonista. Y es que los primeros minutos, dado el novedoso once de Pep, teóricamente servirían para que los locales se compenetraran y pusieran la maquinaria en marcha. Pero no fue así.
El encuentro cayó en una dinámica negativa y la apatía general que se vivía entre el graderío se plasmó también sobre el fino césped del Camp Nou. El partido, como el día: nublado. Pese a todo, los hombres de Guardiola imperaban en la cancha aunque sin llegar a crear relativo peligro.
Pasaban los minutos y el Pep Team no respondía a las expectativas. En el ecuador de primer tiempo, Andrés Iniesta dio señales de vida y un 'cariñoso' disparo suyo desde la frontal, con rosca y con el interior, lo repelía el guardameta Gorka con una soberbia palomita. Avisaba el Barça con el primer acercamiento serio.
¿Espabilarían entonces los culés? Tampoco. El conjunto azulgrana dominaba territorialmente, pero la seriedad defensiva de los rojiblancos les noqueó por completo. El crack de Fuentealbilla, erigiéndose como el máximo peligro barcelonista, lo volvió a intentar, esta vez cambiando de registro con un duro chut desde media distancia, pero el cuero se perdió lamiendo el larguero.
Entretanto, los estériles contragolpes de los pupilos de 'Jokin' morían en el centro del campo, aunque sí hubo una seria advertencia cuando los leones rugieron con su mejor arma: las jugadas a balón parado. Y es que a punto estuvieron de inaugurar el marcador los visitantes tras un lanzamiento de esquina. Acto seguido, Pedro respondió con una diabólica jugada personal, pero nadie cazó su pase de la muerte. El primer tiempo llegaba a su fin y los jugadores justificaban la poca asistencia al Camp Nou...
Frío, goles, Messi y a la cama
El partido se podía complicar y el entrenador de Santpedor lo sabía. Por este motivo, los pesos pesados de la plantilla saltaron a calentar en la banda. En el terreno de juego, mientras tanto, los futbolistas vascos avanzaron filas y merodearon sin fortuna el arco defendido por Pinto.
El que sí tuvo ocasión de estrenar el luminoso fue Xavi. El egarense pescaba en el interior del área pequeña un buen centro de Alves, pero su mordido zurdazo no encontró los tres palos. Se cumplía el cuarto de hora de juego de la reanudación y Pep creyó entender cuál era la solución: Lionel Messi. El graderío se excitaba con la entrada de la Pulga y parecía que el partido se animaría con el argentino en el tendido.
El Athletic también completó su particular carrusel de cambios y entró el cachorro Muniain para sorprender en algún contraataque. Y además apareció Villa en detrimento de Bojan. Con prácticamente todo el equipo A en el rectángulo de juego, el Barça buscaba con más insistencia el gol que le diera ventaja en la eliminatoria. Pero ni con esas se supo doblegar la férrea zaga bilbaína.
Al final, empate a cero que deja a los visitantes con buen sabor de boca y con alguna posibilidad de dejar en la cuneta al todopoderoso Pep Team. El Barça no cuajó unos buenos noventa minutos y el 'round' vivido en el Camp Nou resultó nulo. Fea manera de cerrar en el Camp Nou un 2010 impresionante. En San Mamés, en cambio, sí se vivirá un choque emocionante.