Tras la manita endosada al conjunto txuri urdin, otra goleada Real, el Barça sigue mostrando síntomas de ser un equipo invencible. No hay rival que pueda plantar cara al todopoderoso conjunto de Pep Guardiola. Pero la noticia no son las humillaciones culés. Ni siquiera su juego exquisito. Ahora, en el entorno azulgrana, solo hay palabras para Qatar, que se antoja como problema, causa y solución de todos los problemas.

Tras la manita endosada al conjunto txuri urdin, otra goleada Real, el Barça sigue mostrando síntomas de ser un equipo invencible. No hay rival que pueda plantar cara al todopoderoso conjunto de Pep Guardiola. Pero la noticia no son las humillaciones culés. Ni siquiera su juego exquisito. Ahora, en el entorno azulgrana, solo hay palabras para Qatar, que se antoja como un problema, causa y solución de todos los problemas.

En un mundo futbolístico en el que los rivales tienen la ventaja de percibir grandes ingresos por publicidad en la camiseta, el Barça siempre se había abstenido de efectuar dicha práctica. Era la mística de la zamarra culé, que no se vendía por ningún patrocinador. Con Laporta, ya llegó un acuerdo clave con Unicef, demostrando que la entidad de la Ciudad Condal sí es “més que un club”.

Pero ahora es el turno de Sandro Rosell. Según se cuenta y no se muestra, la economía del Barça está maltrecha. Supuestamente. Por ello, la actual junta directiva aprobó el ya conocido plan de austeridad económica, lamentando los números que presentaba el Barça tras el desastroso [sic] paso de Laporta y sus secuaces.

Y ahora, tirando de contactos y de relaciones ocultas, el club catalán dirigido por Sandro se inventa el mejor patrocinador del mundo. Qatar Foundation vestirá a los futbolistas azulgranas de oro con un contrato millonario. El logo de Unicec, mientras tanto, cambiará de ubicación, pero el convenio seguirá en pie. Así pues, el Barça mancha su camiseta a cambio de una suculenta oferta económica que le permitirá competir económicamente con otros clubes potentes como Real Madrid o Manchester United. Pero el barcelonismo, que tiende a clamar al cielo al mínimo contratiempo, ya ha respondido. Pancartas, insultos y opiniones varias se han sucedido en las últimas fechas.

También se ha encargado de hablar el sabio Johan Cruyff, aunque tan solo fuera para retratarse a sí mismo. El Flaco cargó contra Rosell por poner publicidad de Qatar en la camiseta, mientras que en 2005 aplaudía a Laporta por negociar con China y animaba a patrocinar la zamarra. De locos. Veremos en qué queda todo el turbio asunto del país árabe. Hasta Guardiola parece que se columpia: “He visto incluso mujeres conducir allí”. Eso sí es democracia, Pep.

Hola, derby
Entretanto, el próximo sábado se juega uno de los partidos más atractivos, bellos y sublimes de la Liga Española, y encima en el inmejorable estadio de Cornellà-El Prat. Un Espanyol-FC Barcelona, con un público totalmente entregado ante el eterno rival. Lejos queda ya el desangelado estadio de Montjuic, ya que la presión asfixiante de Cornellà gana puntos por sí solo. Cita obligatoria para todos los amantes al buen fútbol.

Alejados de los problemas del Barça, el Espanyol se encarga de encender los ánimos con polémicas declaraciones y con vídeos provocativos. “No sois un rival, sois el enemigo”, reza el lema de la Curva RCDE. Los jugadores blanquiazules, además, ya han advertido a los culés: irán fuerte al cruce, con mentalidad agresiva y dejándose la piel en cada jugada. No hay otro equipo que tenga más ganas de batallar contra el 'Pep Team'. Lo dicho: no se lo pierdan.