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Pablo Rodríguez / Ponferrada

Cogiéndole el tono a la categoría

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Parece que la Ponferradina ya encara los partidos como uno más, adaptándose a la Liga Adelante, y no como el novato recién ascendido de 2ª B al que le cuesta coger el ritmo de competición

La Deportiva va de menos a más. Ya lo demostró en Jerez. Aunque el partido fue un auténtico tostón, fueron los bercianos los que tuvieron las ocasiones más claras para llevarse los tres puntos. Dos remates de Óscar De Paula, uno de cabeza, y otro con la zurda, estuvieron a punto de poner a su equipo por delante, pero la más clara no fue una ocasión en sí. En uno de los muchos contraataques de los que dispuso la Deportiva, Iván Pérez se desmarcó dentro del área y el propio De Paula tan sólo tenía que darle un sencillo pase para dejar al coruñés solo ante Chema, pero incomprensiblemente siguió con el balón pegado a sus pies yéndose hacia el centro. De haberlo transformado habría supuesto la segunda victoria a domicilio y unos 3 puntos que nos permitirían estar fuera del descenso.




Gaizka Sáizar ya trabaja con el grupo para conseguir la victoria ante el Cartagena (diariodeleon.es)



Pero no pudo ser. De todas formas, la defensa estuvo muy bien y no tuvo ningún fallo notable. Aguantó perfectamente las acometidas jerezanas, sólida y sin complicarse, sin sacar el balón jugado, pero sin problemas. También Mackay, que fue padre la semana pasada, hizo el paradón de cada partido y transmitió seguridad a sus compañeros. En el centro del campo se echó de menos la organización de Jonathan Ruiz, ausente por acumulación de tarjetas. En su lugar entró Toribio, que sin tener una actuación destacada supo suplir al andaluz.

Pero sin duda, del que más se acordaron tanto jugadores como aficionados fue de Gaizka Sáizar. El vasco también vio ante el Celta la quinta amarilla y siguió el partido desde su casa. Para sustituirle salió Máyor que, como en anteriores partidos, casi ni se le vio. Faltaba Sáizar, digo, para complementar al “killer” De Paula, el cual se sentía algo solo en ataque sin su paisano. El vasco es quien pone la lucha arriba y quien desborda a los defensas rivales, da el último pase, o él mismo define ante la portería.

Aunque era lo que se le pedía al equipo, no jugó como en casa, ni mucho menos, pero sí lo hizo bien. Cambió el papel de “equipo débil fuera de casa” por el de “da igual en El Toralín que lejos de él” Poco faltó para regresar al Bierzo con una victoria fuera de casa ante un rival complicado en su feudo. Al final, el punto cosechado en Chapín deja un buen sabor de boca en Ponferrada. Esperemos que el viernes los aficionados puedan volver a celebrar otra victoria de su equipo, para seguir sumando y llegar al final de la primera vuelta con más de veinte puntos.

Cogiéndole el tono a la categoría

Pablo Rodríguez / Ponferrada
Pablo Rodríguez
domingo, 5 de diciembre de 2010, 23:00 h (CET)
Parece que la Ponferradina ya encara los partidos como uno más, adaptándose a la Liga Adelante, y no como el novato recién ascendido de 2ª B al que le cuesta coger el ritmo de competición

La Deportiva va de menos a más. Ya lo demostró en Jerez. Aunque el partido fue un auténtico tostón, fueron los bercianos los que tuvieron las ocasiones más claras para llevarse los tres puntos. Dos remates de Óscar De Paula, uno de cabeza, y otro con la zurda, estuvieron a punto de poner a su equipo por delante, pero la más clara no fue una ocasión en sí. En uno de los muchos contraataques de los que dispuso la Deportiva, Iván Pérez se desmarcó dentro del área y el propio De Paula tan sólo tenía que darle un sencillo pase para dejar al coruñés solo ante Chema, pero incomprensiblemente siguió con el balón pegado a sus pies yéndose hacia el centro. De haberlo transformado habría supuesto la segunda victoria a domicilio y unos 3 puntos que nos permitirían estar fuera del descenso.




Gaizka Sáizar ya trabaja con el grupo para conseguir la victoria ante el Cartagena (diariodeleon.es)



Pero no pudo ser. De todas formas, la defensa estuvo muy bien y no tuvo ningún fallo notable. Aguantó perfectamente las acometidas jerezanas, sólida y sin complicarse, sin sacar el balón jugado, pero sin problemas. También Mackay, que fue padre la semana pasada, hizo el paradón de cada partido y transmitió seguridad a sus compañeros. En el centro del campo se echó de menos la organización de Jonathan Ruiz, ausente por acumulación de tarjetas. En su lugar entró Toribio, que sin tener una actuación destacada supo suplir al andaluz.

Pero sin duda, del que más se acordaron tanto jugadores como aficionados fue de Gaizka Sáizar. El vasco también vio ante el Celta la quinta amarilla y siguió el partido desde su casa. Para sustituirle salió Máyor que, como en anteriores partidos, casi ni se le vio. Faltaba Sáizar, digo, para complementar al “killer” De Paula, el cual se sentía algo solo en ataque sin su paisano. El vasco es quien pone la lucha arriba y quien desborda a los defensas rivales, da el último pase, o él mismo define ante la portería.

Aunque era lo que se le pedía al equipo, no jugó como en casa, ni mucho menos, pero sí lo hizo bien. Cambió el papel de “equipo débil fuera de casa” por el de “da igual en El Toralín que lejos de él” Poco faltó para regresar al Bierzo con una victoria fuera de casa ante un rival complicado en su feudo. Al final, el punto cosechado en Chapín deja un buen sabor de boca en Ponferrada. Esperemos que el viernes los aficionados puedan volver a celebrar otra victoria de su equipo, para seguir sumando y llegar al final de la primera vuelta con más de veinte puntos.

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