Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | LGTBI | Homofobia

Solución, no carnaval

Hay un dicho que dice “cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas”
Carmen Muñoz
jueves, 2 de marzo de 2017, 00:07 h (CET)
Desde que los seres racionales estamos en el mundo, somos como somos, es decir, que no somos ahora diferentes a los de hace un par de siglos, por ejemplo. Los adelantos científicos nos hacen hoy conocer y comprender múltiples condicionamientos que antiguamente eran impensable saber, pero ello no es óbice para seguir siendo las mismas personas (biológicamente hablando) que antaño.

También se dice que la naturaleza es sabia y que ella sola se encarga de solucionar las situaciones que se le van presentando a lo largo de los años. Digo esto porque a no ha mucho tiempo, el tema de la sexualidad era tabú tanto en círculos familiares como en las escuelas y todos, llegado el momento, tenían sus escarceos amorosos, sus “ligues” y sus hijos sin necesidad de tanta explicación, ni tanto carnaval, ni tanta demagogia barata.

Es verdad que la ignorancia es muy atrevida y a veces lleva a cabo conductas poco deseables, por lo que pudiendo en la actualidad disponer de conocimientos y medios necesarios, es de agradecer ponerlos en práctica para un mejor funcionamiento, convivencia y concordia entre todos nosotros.

El hermafroditismo, la intersexualidad, la homosexualidad y la heterosexualidad son situaciones reales con la que se ha convivido siempre sin necesidad de hacer ostentación de ninguna de ellas. Es verdad también, que han estado reprimidas socialmente aquellas que no eran políticamente correctas, que no se podía alardear en público en ningún caso de ellas y en el caso que fuese descubierto servía de befa descaradamente.

Los conocimientos médicos que a la sazón existen, ponen cada cosa en su sitio y lugar, por ello es tan importante una educación correcta, clara, concisa y adecuada a las distintas etapas del individuo. No se puede dar la misma información a un niño de cinco años que a otro de doce o quince. Sería muy de agradecer que en el sistema educativo (nunca se debió dejar en manos de las autonomías, sino que debería ser centralizado) obligaran a personas extremadamente formadas, véase médicos y sicólogos, a impartir conocimientos y pautas a seguir en los casos que no siendo mayoritarios, coexisten y comparten el devenir diario.

La parafernalia carnavalesca de distintas asociaciones LGTBI, “lobby gay” y las que van en contra como Hazte oír y otras, no hacen más que poner el acento sobre la mofa que de todo este asunto se hace y que de modo mucho más fácil y natural, simplemente utilizando el sentido común y educacional, se solucionaría. La inocencia se pierde sola, no hay por qué acelerarla ni malinterpretarla con unos condicionantes manipuladores en los que subyace un afán revanchista, demagogos y utilitario político que lo único que van a conseguir es hacer una sociedad desprovista de grandes valores, inculta y aborregada. Desgraciadamente ya ha comenzado.

Noticias relacionadas

Frente a las amenazas del poder, siempre funcionaron los contrapesos. Hacen posible la libertad individual, que es la única real, aunque veces no seamos conscientes de la misma, pues se trata de una condición, como la salud, que solo se valora cuando se pierde. Los tiranos, o aspirantes a serlo, persiguen siempre el objetivo de concentrar todos los poderes. Para evitar que lo logren, están los contrapesos.

Es curioso cuánto se habla de la dignidad personal sin estar plenamente identificados con dicha entidad. En la referencia exclusiva al hecho de haber nacido, como portadores de condiciones esenciales en concreto, aún no habremos intervenido en su configuración. Tiene su miga hablar de esa dignidad, si prescindimos de la valoración de las características básicas de la persona.

La presidenta peruana ha resuelto un aumento salarial del 125%. Si esto se diera, para los que perciben la remuneración mínima vital mensual de S/1,130, implicaría subirla a S/2,542.50. Ciertamente, aún sigue siendo insuficiente, pero mejoraría la calidad de vida de la población y haría que crezca la demanda, el mercado interno y la producción agropecuaria e industrial para el consumo interno. Sin embargo, dicho aumento solo se aplica a la mismísima presidenta.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto