Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Opiniones de un paisano
Mario López

A vueltas con las prohibiciones

|

¿Prohibir es un acto autoritario? ¿Un régimen es más autoritario cuanto más prohíbe? No lo creo. El código civil es el catálogo de prohibiciones que rigen en nuestra sociedad, y nadie cuestiona su necesaria existencia. La calidad democrática de una sociedad no se discute por el número de prohibiciones que fija, sino por la naturaleza de las mismas.

Prohibir leer a Carlos Marx o a Monseñor Escribá de Balaguer, es un acto autoritario; pero prohibir quemar librerías es un acto democrático. pues nos garantiza la libertad de poder seguir comprando libros. Parece que es de cajón, ¿no? Por otra parte, hay dos formas de prohibir. Una, desde el poder sin contar con la aprobación del pueblo soberano representado en el Parlamento; eso es autoritario. Y otra, a instancias del pueblo y con el apoyo de la mayoría parlamentaria; eso es democrático. Verdaderamente, la cosa no es tan difícil como lo quiere ver Esperanza Aguirre; que hay que ver la mujer las vueltas que le da al asunto y no acaba de dar con ello. Prohibir fumar en recintos públicos, atendiendo a las recomendaciones de la comunidad científica y acatando lo acordado por el poder legislativo, es, doña Esperanza, un gesto de respeto a la salud de todos y al Estado de derecho; así que no tiene nada de autoritario y sí mucho de democrático. Imcumplir la prohibición, como pretende hacer usted en Madrid, es un acto autoritario porque, aunque usted no pueda entenderlo, conculca un derecho de la ciudadanía reconocido por la más alta instancia del Estado, imponiendo el criterio de su gobierno regional que no está legitimado para hacer tal cosa; pues nunca un gobierno regional puede privar a la ciudadanía del amparo del Estado. Prohibir las corridas de toros a partir de una iniciativa popular y contando con el voto favorable de la mayoría de los representantes del pueblo, es un acto perfectamente democrático que atiende a la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos. La derecha española no acaba de distinguir la calidad democrática de las prohibiciones; a veces me recuerda al niño balbuciente que confunde las palabras cuando quiere identificar las cosas. Lo que ocurre es que lo que en los niños resulta gracioso, en los adultos puede ser patético. Aunque no hay que desfallecer, nuestra historia reciente nos viene demostrando que el problema de la derecha es que tarda en asumir los avances democráticos, pero los acaba asumiendo. Les pasó con la legalización de los partidos políticos y con el divorcio. En su momento no aprobaban la Constitución, pero hoy son sus más celosos guardianes. Así que nada, paciencia.

A vueltas con las prohibiciones

Mario López
Mario López
viernes, 6 de agosto de 2010, 03:08 h (CET)
¿Prohibir es un acto autoritario? ¿Un régimen es más autoritario cuanto más prohíbe? No lo creo. El código civil es el catálogo de prohibiciones que rigen en nuestra sociedad, y nadie cuestiona su necesaria existencia. La calidad democrática de una sociedad no se discute por el número de prohibiciones que fija, sino por la naturaleza de las mismas.

Prohibir leer a Carlos Marx o a Monseñor Escribá de Balaguer, es un acto autoritario; pero prohibir quemar librerías es un acto democrático. pues nos garantiza la libertad de poder seguir comprando libros. Parece que es de cajón, ¿no? Por otra parte, hay dos formas de prohibir. Una, desde el poder sin contar con la aprobación del pueblo soberano representado en el Parlamento; eso es autoritario. Y otra, a instancias del pueblo y con el apoyo de la mayoría parlamentaria; eso es democrático. Verdaderamente, la cosa no es tan difícil como lo quiere ver Esperanza Aguirre; que hay que ver la mujer las vueltas que le da al asunto y no acaba de dar con ello. Prohibir fumar en recintos públicos, atendiendo a las recomendaciones de la comunidad científica y acatando lo acordado por el poder legislativo, es, doña Esperanza, un gesto de respeto a la salud de todos y al Estado de derecho; así que no tiene nada de autoritario y sí mucho de democrático. Imcumplir la prohibición, como pretende hacer usted en Madrid, es un acto autoritario porque, aunque usted no pueda entenderlo, conculca un derecho de la ciudadanía reconocido por la más alta instancia del Estado, imponiendo el criterio de su gobierno regional que no está legitimado para hacer tal cosa; pues nunca un gobierno regional puede privar a la ciudadanía del amparo del Estado. Prohibir las corridas de toros a partir de una iniciativa popular y contando con el voto favorable de la mayoría de los representantes del pueblo, es un acto perfectamente democrático que atiende a la sensibilidad de la mayoría de los ciudadanos. La derecha española no acaba de distinguir la calidad democrática de las prohibiciones; a veces me recuerda al niño balbuciente que confunde las palabras cuando quiere identificar las cosas. Lo que ocurre es que lo que en los niños resulta gracioso, en los adultos puede ser patético. Aunque no hay que desfallecer, nuestra historia reciente nos viene demostrando que el problema de la derecha es que tarda en asumir los avances democráticos, pero los acaba asumiendo. Les pasó con la legalización de los partidos políticos y con el divorcio. En su momento no aprobaban la Constitución, pero hoy son sus más celosos guardianes. Así que nada, paciencia.

Noticias relacionadas

Empezamos el 20 aniversario del traspaso de Juan Pablo II. El pasado 2 de abril hizo 19 años de su muerte, aquel día caía en la víspera de la fiesta de la divina misericordia (del próximo domingo, al término de la Octava de Pascua). El papa Wojtyla proclamó esta fiesta, de algún modo resumiendo su pontificado, como tenía preparado decir aquel día en cuya víspera murió.

Un 16 de abril de 1935, las tropas comandadas por Rafael Franco alcanzan finalmente Charagua, a casi mil kilómetros de distancia al norte del río Paraguay, objetivo boliviano al lanzarse a la guerra. Las fuerzas de Bolivia habían retrocedido casi ochocientos kilómetros desde las posiciones ocupadas al principio de la guerra.

Carlos Cuerpo, desde el mes de diciembre, es el ministro de Economía, Comercio y Empresa. Con respeto a ministros y conceptos, la actualidad del lunes estaba en las agendas y desayunos de los ministros Óscar Puente y Carlos Cuerpo. Europa Press o Nueva Economía Fórum como opciones en un chat de periodistas: ¿A Puente o a Cuerpo? Cuerpo, por conocerlo. Cuerpo, claro.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto