Fabian Cancellara, para no fallar a todo aquel que le situaba como principal candidato a la victoria en Rotterdam, dio una nueva clase sobre su bicicleta y evitó, en el último instante, que Tony Martin, del Columbia, se vistiese de amarillo. Lance Armstrong, cuarto, ganó la partida a Alberto Contador, sexto, dejándole a cinco segundos.
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Álvaro Calleja / SIGLO XXI
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Run, run, metió la llave, aceleró y fue directo, volando, hacia su cuarto triunfo en un prólogo del Tour de Francia. “Espartaco” volvió a lanzar un misil contra ese rumor que apunta a que el suizo usó una bicicleta con motor para conquistar Flandes, para conquistar Roubaix allá por el mes de abril, cuando mutó en extraterrestre, cuando se hizo un hueco en la historia de esos adoquines que para el resto de los seres vivos son un infierno.
Aquellos dos días, una bestia, en el buen sentido, nacida en Berna, que no alcanza aún la treintena de años, fue protagonista de tal exhibición, una locura de espectáculo, que no tardaron en salir rumores que intentaran rebajar su leyenda a timo, su preciosa historia a una farsa. Rumores que tenían a los motorcillos como tema, como fundamento para poner en duda a dos de las victorias más bonitas, mas increíbles del libro eterno del deporte de la épica.
Y con esos rumores que se convirtieron en la pesadilla de nuestro héroe de hoy, un tal Fabian Cancellara, el Tour de Francia comenzó por Holanda, en Rotterdam, para ser más exactos. Allí, como había anunciado la UCI, se hicieron escáneres para evitar el uso de esos motorcillos malditos que nadie sabe, que nadie sabrá, me da, si alguna vez fueron utilizados, si alguna vez la tecnología marginó a la fuerza. Y también allí, en Rotterdam, enfundado en un arcoiris que da miedo, Fabian volvió a demostrar que los verdaderos motores, los únicos, están en sus piernas, uno en la derecha, otro en la izquierda.
Cancellara ganó y se exhibió para esfumar de una pedalada, o dos, o varias, el sueño amarillo de un alemán de 25 años. Tony Martin, abrazado por su novia, sonrió, qué se le va a hacer pensó, cuando el motor más potente del mundo cruzó la línea de meta pulverizando su marca. Diez segundos más rápido que él, veinte más veloz que David Millar, tercero tras los 8,9 kilómetros que inauguaron el mayor evento ciclista del año.
Mientras tanto, otra lucha, la de los principales favoritos, la de los líderes, la de los jefes, fue ganada por uno al que todos conocen, al que todos aplaudieron, casi seguro, en su dictadura en la ronda gala. Lance Armstrong, más delgado, acabó cuarto a 22 segundos del suizo y separando en 5 segundos a su máximo enemigo con pasado de compañero, el chaval de Pinto al que llaman Alberto Contador y que terminó sexto.
Los mejores españoles |
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TOP 3 |
1. Alberto ContadorEl madrileño ralló a buen nivel y firmó el sexto mejor tiempo del prólogo. Fue 27 segundos más lento que Cancellara y 5 que Lance Armstrong. | |
2. Luis León SánchezEl campeón de España contra el crono no pudo pasar de la 22ª plaza, quedándose a 39 segundos de la victoria. | |
3. Carlos BarredoEl asturiano fue el tercer mejor español de la jornada, situando su nombre junto al puesto 35. 46 segundos fueron los que le separaron del primer maillot amarillo del Tour de Francia. | |