Con Italia que debería clasificarse sin problemas, el segundo puesto del grupo estaría entre los tres equipos restantes, aunque si tenemos en cuenta la Copa Confederaciones, el potencial neozelandés es muy inferior al paraguayo y al eslovaco
| Alineaciones probables | Nueva Zelanda: Paston; Sigmund, Ried, Nelsen, Vicelich, Lochead; Brown, Elliot, Barron, Killen; Smeltz
Eslovaquia: Mucha; Pekarik, Skrtel, Durica, Zabavnik; Weiss, Strba, Hamsik, Stoch; Vittek, Sestak
Árbitro: Jerome Damon (Sudáfrica)
Datos: Royal Bafokeng Stadium (Rustenburgo). Martes 15 de junio, 13:30 horas.
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Adrián Alberto García / SIGLO XXI
Cuando el martes eche a rodar el balón en Rustenburgo, la selección eslovaca habrá conseguido su mayor hito histórico al jugar por primera vez un Mundial desde la disolución de la antigua Checoslovaquia. Desde la separación, el fútbol eslovaco siempre ha ido por detrás del checo hasta esta cita mundialística, donde dejaron a sus vecinos en la cuneta en la fase de clasificación.
En una fase de grupos en la que se encontraban selecciones como la ya nombrada República Checa, Irlanda del Norte o la también clasificada Eslovenia, el conjunto dirigido por Vladimir Weiss logró terminar como primer clasificado, obteniendo billete directo para Sudáfrica.
Por su parte, Nueva Zelanda repite participación por segunda vez en un Mundial 28 años después del celebrado en España. Su objetivo sería conseguir algún punto, algo que no obtuvieron en la anterior cita, pero los ‘All Whites’ no quieren renunciar a nada. En la pasada Copa Confederaciones, los de Ricki Herbert no consiguieron anotar ningún gol y su único resultado positivo lo sacaron de un empate a cero con Iraq. A este Mundial llegaron tras derrotar en la eliminatoria previa a Bahrein. Rory Fallon fue el héroe neozelandés al anotar el tanto de la victoria.
Si miramos ambas plantillas, los eslovacos tienen en el central del Liverpool Skrtel a su jugador más conocido mundialmente, si bien hay que tener muy en cuenta a Hamsik, medio del Nápoles, Weiss, hijo del seleccionador, y el goleador Vittek, que está a sólo cuatro tantos de convertirse en el máximo goleador histórico de su país. En el conjunto neozelandés, la figura de Smeltz destaca por encima de todos, de él dependerá casi todo el peligro en ataque de su selección. Acompañándole, Elliot llevará la manija en el centro del campo y el veterano Vicelich, jugador con más partidos con la camiseta nacional, será el encargado de poner orden en la defensa.