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Bicentenario de la independencia del Cono Sur

Isaac Bigio
Isaac Bigio
martes, 25 de mayo de 2010, 07:46 h (CET)
El 25 de mayo Argentina celebra su bicentenario. En esa fecha hace 200 años Buenos Aires (entonces la capital del virreinato de La Plata que unía a las actuales Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay y parte de Chile) crea su junta soberana.

El 25 de mayo es un día muy especial. En verdad la primera junta soberana de Hispanoamérica se dio en esa misma fecha pero hace 201 años. Fue Chuquisaca (la actual Sucre, capital constitucional de Bolivia) quien resolvió desacatar a las juntas españolas para declararse como un poder autónomo. Tras esa resolución semanas después siguieron el mismo camino La Paz (16 de julio de 1809), luego Quito (10 de Agosto de 1809) y posteriormente Caracas (19 de Abril de 1810).

La gesta de Buenos Aires fue continuada el 20 de julio de 1810 por Bogotá, el 16 de Septiembre de 1810 en México y dos días después por Chile.

Es preciso destacar que en ninguna de esas proclamas se habló de independencia o república. Ambas ideas provendrían después tras que el movimiento se radicalizase.

En 1809-1810 los que creaban estas juntas se auto-consideraban ‘españoles americanos’ que protestaban contra la ocupación francesa que Napoleón Bonaparte había hecho de la península ibérica en 1808. Los criollos no renegaban de la corona madrileña sino que, por el contrario, se proclamaban como sus enérgicos partidarios. Su gesta solo buscaba lograr que sus respectivas juntas se sentasen de igual a igual con las juntas de resistencia a la ocupación gala que se habían centrado en Andalucía.

Diferencias
La independencia hispanoamericana adquiere así un rasgo muy diferente a la que tuvieron los países de habla francesa o portuguesa de América Latina.

Haití en 1804 fue la primera república latinoamericana y negra en conformarse, y su proceso de dio en base a una rebelión de esclavos que tomaron violentamente el poder.

Brasil en 1822 se separó de Portugal pero sin que hubiese habido una cruenta guerra o revolución republicana. La monarquía de los Braganza se había trasladado de Lisboa (ocupada por los franceses) a Río desde donde administro sus colonias en América, África y Asia. Cuando el rey portugués le pidió a su hijo Pedro II que retorne a Lisboa y él dijo ‘me quedo’ es que la monarquía portuguesa se dividió en dos alas familiares. Brasil no pasó por el proceso de desmembramiento y terribles guerras que balcanizaron a los Andes y América central. Por más de su primer medio siglo fue una monarquía unitaria.

Las repúblicas hispanoamericanas no nacieron de una insurrección de esclavos ni fue una división relativamente pacifica de la casa real. Se trató de un proceso intermedio entre ambos.

Intermedio
El movimiento de los españoles americanos quiso ser un movimiento monárquico de autonomía dentro del imperio español pero terminó a medio camino de lo que fue la insurrección de los desposeídos de Haití.

La independencia hispanoamericana se pareció a la haitiana en que se rompió totalmente con el viejo imperio y se dio paso a una nueva republica, pero también tuvo muchos de los rasgos del Brasil pues los esclavos no fueron liberados y se mantuvo la vieja elite social en el poder.

Un elemento que distingue a las independencias hispanoamericanas de las que tuvieron Haití o Brasil es el gran rol que Londres tuvo en ellas. Londres fue la ciudad donde se concentraron los grandes libertadores de los Andes como Francisco Miranda, Simón Bolívar, Bernardo O’ Higgins, Andrés Bello y José de San Martín. En esa gesta merece mención especial al único de los próceres hispanoamericanos que murió en Londres; Juan Pablo Viscardo y Guzmán, quien fue al autor de la proclama independentista que todos esos movimientos usarían: la célebre carta a los españoles americanos.

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