Prince of Persia: The Sands of Time, o en castellano, El príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo, es la nueva película de Disney. La factoría del ratón Mickey pone las riendas de un proyecto de nuevo en las manos de Jerry Bruckheimer, el productor de la exitosa saga de aventuras corsas Piratas del Caribe. Bruckheimer empezó a amasar fortuna y hacerse un hueco en Hollywood a principios de los años 80 cuando, en años consecutivos, diferentes películas producidas por él obtuvieron gran éxito comercial. Entre ellas cabe destacar “American gigoló”, “Flashdance” “Superdetective en Hollywood” o “Top Gun”. Además, está detrás del éxito televisión “C.S.I.”. El productor norteamericano se ha caracterizado en los últimos años por respaldar proyectos donde la acción y las aventuras son las protagonistas.
Llama poderosamente la atención que se anuncie la película con el nombre del productor en lugar del director o alguno de los protagonistas. Y eso que el encargado de dirigir la cinta es nada más y nada menos que Mike Newell, veterano y televisivo director que se ha encargado de títulos tan sonados como la divertida “Cuatro bodas y un funeral” la magnífica “Donnie Brasco” o la mágica “Harry Potter y el cáliz de fuego”. Pero dinero manda y el fruto obtenido por las aventuras de los piratas ha marcado el orden de los factores.
Hace más de dos décadas, la saga de videojuegos Prince of Persia revolucionaría la industria y, en concreto, el género de plataformas. Desde su aparición, el videojuego consta de una trilogía inicial que se compone de los títulos Príncipe de Persia, Príncipe de Persia: La sombra y la llama, y Príncipe de Persia 3D. Posteriormente y tras un cambio de compañía, surgiría la tetralogía Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo, de donde surge la película. Pero como en todo, no se sigue al pie de la letra la historia del videojuego, entre otras cosas porque la infinidad de tramas existentes resultan imposibles simplificarlas en un guión cinematográfico. Pero sí ciertas pinceladas.
La película trata sobre una traición y el poder del tiempo. Es una aventura que tiene lugar en la mítica tierra de Persia. Dastan (Jake Gyllenhaal) es un príncipe, hijo adoptado del rey Sharaman (Ronald Pickup) que se ve forzado, tras una traición montada por Nizam (Ben Kingsley), hermano del rey, a unirse a una misteriosa princesa (Gemma Artenton) para enfrentarse a fuerzas oscuras con el fin de salvaguardar una antigua daga capaz de liberar las Arenas del Tiempo, un regalo de los dioses que puede volver atrás el tiempo y otorga a su dueño el poder sobre el mundo. Dastan utilizará la daga para probar ante sus hermanos la verdadera intención de Nizam.
Es una película de aventura al más puro estilo Bruckheimer, acción, peleas, persecuciones, la chica marimacho en una relación de tensión sexual con el ingenuo protagonista, en fin. Un título muy digno, que se deja ver y que resulta entretenido para el espectador. Aunque a Gyllenhaal no le pegue ni a la de tres este tipo de películas, por la trayectoria anterior, salva de manera correcta su personaje. Lo mejor sin duda es, como en tantas otras películas, Ben Kingsley y su papel de envidioso hermano que lucha por conseguir todo el poder.
Una película Disney para toda la familia que probablemente no consiga ningún premio a una labor destacada pero sí recaudará muchísimo dinero por el afán de todos los públicos que vayan a ver una película al más puro estilo Piratas del Caribe, pero en lugar de sal, arena, y encima, del tiempo.
Calificación: FF