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Luís Agüero Wagner

La CIA, las deudas del cura y los derechos humanos en Cuba

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"Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar". Camilo José Cela.

Podría preguntarse un observador porqué nadie exige a Hugo Chávez o Evo Morales que se pronuncien sobre el tema del preso político cubano Guillermo Fariñas, cosa que sí hace la prensa mediática cuando se trata del cura Fernando Lugo.

La respuesta es simple: hay compromisos muy fuertes de por medio, y de los que no se puede rehuír alegremente.

Los mismos grupos de presión lo obligaron en incontables veces a renegar de Daniel Ortega, de Hugo Chávez, de Evo Morales y de todo lo que huela a izquierdismo en América Latina.

Las mentiras de su campaña proselitista anticipaban estas contramarchas, dado que se presagiaba que la derecha, el imperialismo y los conservadores, todos ellos factores de poder que respaldaron al obispo, pasarían costosas facturas.

A nadie en Paraguay escapa que Lugo gozó con fuerte respaldo empresarial, de la prensa mediática de derechas –entre ellas la vinculada a la secta Moon-, de grupos neoliberales pitiyanquis de los partidos colorado y liberal, e incluso los más recalcitrantes panegiristas del desaparecido dictador Alfredo Stroessner.

Las voces que con más fuerza hoy se levantan contra Lugo provienen de la derecha y de los conservadores, es cierto, pero también es cierto que estos son los grupos cuyo apoyo resultó más decisivo para su éxito electoral del 20 de abril del 2008. El calvario de retractaciones que a partir de entonces debió recorrer Fernando Lugo se hace cada vez más penoso, tanto que hasta debió ceder a las imposiciones de contemporizar con la embajada norteamericana y aceptar acuerdos con Alvaro Uribe, que convirtieron al Paraguay en una nueva cabecera de playa del Plan Colombia.

UN MEDIADOR POCO INDICADO
De todas maneras, el cura Fernando Lugo no es el mediador más indicado para "mediar" en un conflicto semejante, a juzgar por su propio expediente en materia de derechos humanos.

Es harto conocida la crítica situación de los presos en Paraguay, las permanentes violaciones de derechos humanos que se comenten, y la forma en que se instrumenta la justicia para tomar represalias y enviar a la cárcel a quienes incomodan a los poderosos.

LA CIA DETRÁS DEL ENTUERTO
Otro factor que deslegitima la eventual "mediación" de Lugo lo constituye la filiación de los personajes convocantes para la misma, la cual sólo puede indicaf que Lugo es instrumentado una vez más por la CIA y la disidencia cubana de Miami, para sumarse a la campaña de desestabilización contra el gobierno de la isla orquestada desde Washington, hoy como hace cincuenta años.

Cuba denuncia haber sido agredida por la inteligencia norteamericana y sus extensiones en infinidad de situaciones y de manera permanente, desde que en los años 60 la base JM/WAVE de la CIA había montado una verdadera industria de la contrarrevolución. De acuerdo a Eva Golinger, unos 4000 agentes con un presupuesto de 100 millones de dólares anuales acabaron de transformar a "la ya retrógrada ciudad de Miami en búnker de la contrarrevolución continental".
Quienes metieron al cura en semejante entuerto son viejos conocidos en dicho ambiente, sobre todo propietarios de medios como Ñandutí y ABC color, ambos de conocida y pública vinculación con la CIA, NED y USAID.

Un indicio para ver la mano de la CIA es la forma en que un preso político cubano como Fariñas puede hablar vía celular desde su lugar de reclusión, con el conocido perifonero de la CIA en Paraguay, Humberto Rubín.

A propósito de estos medios y personajes, Ver:

http://www.democraticamente.com/page/index.php?option=com_content&view=article&id=199:fernando-lugo-marioneta-de-medios-reaccionarios&catid=40:opini&Itemid=59

No es extraña la actitud de Lugo, acceder a convertirse en vocero de la disidencia anti-castrista, considerando sus compromisos con su principal operador electoral James Cason, ex embajador de Bush en Paraguay y La Habana, así como sus compromisos con el gobierno de Obama y el Plan Colombia.

Es que quien nunca ha pagado deudas, es porque nunca contrajo cuentas, y de éstas ultimas el obispo de los pobre conoce bastante, sobre todo con los elementos más conservadores de la sociedad paraguaya.
Hoy por tí, mañana por mí, como dice el refrán.

La CIA, las deudas del cura y los derechos humanos en Cuba

Luís Agüero Wagner
Luis Agüero Wagner
martes, 23 de marzo de 2010, 05:36 h (CET)
"Cuando las deudas no se pagan porque no se puede, lo mejor es no hablar de ellas y barajar". Camilo José Cela.

Podría preguntarse un observador porqué nadie exige a Hugo Chávez o Evo Morales que se pronuncien sobre el tema del preso político cubano Guillermo Fariñas, cosa que sí hace la prensa mediática cuando se trata del cura Fernando Lugo.

La respuesta es simple: hay compromisos muy fuertes de por medio, y de los que no se puede rehuír alegremente.

Los mismos grupos de presión lo obligaron en incontables veces a renegar de Daniel Ortega, de Hugo Chávez, de Evo Morales y de todo lo que huela a izquierdismo en América Latina.

Las mentiras de su campaña proselitista anticipaban estas contramarchas, dado que se presagiaba que la derecha, el imperialismo y los conservadores, todos ellos factores de poder que respaldaron al obispo, pasarían costosas facturas.

A nadie en Paraguay escapa que Lugo gozó con fuerte respaldo empresarial, de la prensa mediática de derechas –entre ellas la vinculada a la secta Moon-, de grupos neoliberales pitiyanquis de los partidos colorado y liberal, e incluso los más recalcitrantes panegiristas del desaparecido dictador Alfredo Stroessner.

Las voces que con más fuerza hoy se levantan contra Lugo provienen de la derecha y de los conservadores, es cierto, pero también es cierto que estos son los grupos cuyo apoyo resultó más decisivo para su éxito electoral del 20 de abril del 2008. El calvario de retractaciones que a partir de entonces debió recorrer Fernando Lugo se hace cada vez más penoso, tanto que hasta debió ceder a las imposiciones de contemporizar con la embajada norteamericana y aceptar acuerdos con Alvaro Uribe, que convirtieron al Paraguay en una nueva cabecera de playa del Plan Colombia.

UN MEDIADOR POCO INDICADO
De todas maneras, el cura Fernando Lugo no es el mediador más indicado para "mediar" en un conflicto semejante, a juzgar por su propio expediente en materia de derechos humanos.

Es harto conocida la crítica situación de los presos en Paraguay, las permanentes violaciones de derechos humanos que se comenten, y la forma en que se instrumenta la justicia para tomar represalias y enviar a la cárcel a quienes incomodan a los poderosos.

LA CIA DETRÁS DEL ENTUERTO
Otro factor que deslegitima la eventual "mediación" de Lugo lo constituye la filiación de los personajes convocantes para la misma, la cual sólo puede indicaf que Lugo es instrumentado una vez más por la CIA y la disidencia cubana de Miami, para sumarse a la campaña de desestabilización contra el gobierno de la isla orquestada desde Washington, hoy como hace cincuenta años.

Cuba denuncia haber sido agredida por la inteligencia norteamericana y sus extensiones en infinidad de situaciones y de manera permanente, desde que en los años 60 la base JM/WAVE de la CIA había montado una verdadera industria de la contrarrevolución. De acuerdo a Eva Golinger, unos 4000 agentes con un presupuesto de 100 millones de dólares anuales acabaron de transformar a "la ya retrógrada ciudad de Miami en búnker de la contrarrevolución continental".
Quienes metieron al cura en semejante entuerto son viejos conocidos en dicho ambiente, sobre todo propietarios de medios como Ñandutí y ABC color, ambos de conocida y pública vinculación con la CIA, NED y USAID.

Un indicio para ver la mano de la CIA es la forma en que un preso político cubano como Fariñas puede hablar vía celular desde su lugar de reclusión, con el conocido perifonero de la CIA en Paraguay, Humberto Rubín.

A propósito de estos medios y personajes, Ver:

http://www.democraticamente.com/page/index.php?option=com_content&view=article&id=199:fernando-lugo-marioneta-de-medios-reaccionarios&catid=40:opini&Itemid=59

No es extraña la actitud de Lugo, acceder a convertirse en vocero de la disidencia anti-castrista, considerando sus compromisos con su principal operador electoral James Cason, ex embajador de Bush en Paraguay y La Habana, así como sus compromisos con el gobierno de Obama y el Plan Colombia.

Es que quien nunca ha pagado deudas, es porque nunca contrajo cuentas, y de éstas ultimas el obispo de los pobre conoce bastante, sobre todo con los elementos más conservadores de la sociedad paraguaya.
Hoy por tí, mañana por mí, como dice el refrán.

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