Aquimichú, un pasito pa’delante, dos pasitos para atrás. ¿Dónde estamos? Parece que nuestros gobernantes están apurando las hieles de su incapacidad para dirigir España y se vean reducidos a practicar la política de buscar distracciones, amagar actuaciones, rectificar posiciones, tragarse opiniones y encajar trompicones, para luego acabar…acabar recogiendo velas y tragándose, con la nariz apretada entre índice y pulgar, su propia frustración y su impotencia para avanzar ni un solo paso en el sentido correcto. Y ¡así estamos! Llevando el farolillo rojo de la UE, convertidos en los lacayos de las grandes potencias y con nuestro señor Rodríguez Zapatero más tieso que si lo hubieran empalado, intentando que no se le note demasiado el desconcierto que se ha apoderado de él, después de que su famosa ley de “la economía sostenible” se haya convertido en el pitorreo de propios y extraños, sin que, ¡ni un solo partido del arco parlamentario!, salvo el PSOE, naturalmente, se haya atrevido a pronunciar una palabra a favor de semejante mejunje económico, donde se han entremezclado recetas ya conocidas con nuevos inventos de poco calado, dejando colgado, como si el tema fuere baladí y no importase a la ciudadanía española, lo del reajuste de la legislación laboral española ( esta medida que tan urgente es y que se nos viene recomendando, urgentemente, desde todas las instituciones europeas) y la incentivación fiscal a las empresas, para que estas pudieran reaccionar y entrar a formar parte de aquellas que, como en todo el resto de Europa, ya se aprestan a tomar posiciones para estar preparadas para la carrera de la competitividad que ha de llevarlas a salir del estancamiento en que las ha sumido la famosa recesión.
Por supuesto que el señor Zapatero no tuvo en cuenta, cuando estableció el famoso cupo femenino que, al menos en el seno de su partido y entre su militancia femenina, lo único de que verdaderamente estaban bien dotadas las posibles aspirante a ocupar cargos de responsabilidad dentro del Ejecutivo, era de grandes dosis de feminismo radical; importantes cantidades de autoestimación y narcisismo y, sin duda alguna, un empacho soberano de sectarismo partidista aderezado con substanciales porciones de revanchismo político y rechazo a la ética y la moral. Así fue como primero nos obsequió con la antigua ministra de Fomento, señora Magdalena Álvarez para, con la tozudez que le caracteriza, insistir con nombramientos como el de las “joyas del PSOE”, las pizpiretas y liberadas señoras Bibiana Aído y González-Sinde. Si la primera ha convertido un ministerio sin funciones, completamente prescindible, en algo parecido al “museo de los horrores” donde se plantea un genocidio de seres humanos, masacrados en los vientres de sus propias madres; en el caso de la segunda, ya estaba claro, tan pronto como la nombraron ministra de Cultura, que no sería otra cosa que la cadena de transmisión de los señores de la farándula y las GAES con el señor ZP. Sus primeras actuaciones ya pusieron de uñas a los ciudadanos con la señora ministra, pero es que sus otras cacicadas han acabado por enfrentarla hasta con parte de aquellos a los que, en apariencia pretende defender.
La señora González-Sinde no es más que la viva expresión de aquella persona que, sin ser nadie, se convierte de pronto en alguien con poder. Las reacciones que esta señora ha tenido cuando se ha visto en la poltrona ministerial, han sido intentar ponerle puertas al campo. Inducida por sus amigos progresistas – estos que presumen de libertarios y exigen libertad para poder abusar de ella, en perjuicio del resto de personas – y valiéndose de esta especie de GESTAPO en la que han convertido a la GAES (atribuyéndose facultades que sólo son competencia de los jueces y utilizando métodos que nos recuerdan los utilizados por ciertos anarquistas durante la pasada Guerra Civil); no tiene inconveniente en irrumpir donde no deben y en acosar a quienes no ceden a sus exigencias para, en nombre de la defensa de los derechos de autor en contra de una presunta piratería, convertirse en un tribunal inquisitorial. No les ha bastado el Canon Digital sobre los CD, sino que quieren convertirse en los controladores de todo Internet. Deberíamos preguntarnos ¿para qué un Canon sobre CD’s si ya se arrogan la facultad de sancionar a quienes piratean? O, ¿ es que piensan comer a dos carrillos?.
Así, entre las normas que quieren imponernos a través de la famosa ley de “sostenibilidad”, se ha colado una disposición que convierte a los amigos de la ministra, en juez y parte, en cuanto se les otorga la facultad de cerrar, si ellos lo deciden así y sin intervención judicial alguna, las páginas web que estimaran ponían en peligro el saciar su afán recaudatorio. Naturalmente, la señora González-Sinde ha sido a quien le ha tocado dar la cara y, con prepotencia y sin consulta previa a los interesados, ha decidido, por medio de dicha norma legal, crear un llamado, pomposamente, “Consejo Estatal de Medios Audiovisuales”, cuyos integrantes serán nombrados por el Gobierno y ¡como no podría ser de otra manera!, por miembros de la SGAE; facultados para cerrar las páginas web que consideren que no se amoldaban a sus exigencias. Claro que esto, según ha dejado especificado el señor Dans, uno de los mayores expertos en temas de Internet, es como querer poner “puertas al campo” ya que, lo único que seguramente provocaría sería que, los bloggers, se establecieran en el extranjero o que los usuarios buscasen la información y descargas fuera del territorio nacional,; burlando fácilmente el bloqueo de los inquisidores, algo que perjudicaría a las empresas de hosting ubicadas en territorio nacional. Pero eso no importa para estos progresistas de izquierdas
No obstante, la reacción de los usuarios de Internet ha sido tan masiva y contundente que, el propio señor ZP, se ha asustado ante las consecuencias de dicha cacicada y ha empezado a rectificar, hasta el punto de negar, públicamente y a través de la TV, que se cierren weps sin la correspondiente intervención judicial. La ministra dice que sí y, a las pocas horas, el Presidente dice no. Lo mismo que ha sucedido con el tema de la retirada de crucifijos que, mediante proposición no de ley del PSOE y ERC habían decidido impulsar y que, a la vista de lo que está trascendiendo en los medios informativos, parece que va a quedar en suspenso, al menos, hasta que el Gobierno –según dice Fernández de la Vega– impulse su famosa ley de “libertad religiosa” que, por lo que presumimos, mejor sería que se denominara de “supresión religiosa” dada la manía del PSOE de intentar convertir la “aconfesionalidad”, que establece la Constitución, en laicidad agresiva e intolerante del Gobierno, especialmente, contra la Iglesia católica..
Son demasiados errores de ZP y su gobierno: el Alakrana; la premura de ZP en plegarse al envío de más tropas al Afganistán ; los errores de Carmen Chacón ; las meteduras de pata de Moratinos, la última, el caso de la activista Aminatu Haidar; la tirantez generada con Marruecos; los conflictos innecesarios creados alrededor de los crucifijos e Internet; nuestro retraso económico respecto a Europa etc. Estamos ante un caos, un desorden, de tal forma que, lo único que sabemos con certeza, es que ZP y su Ejecutivo se están convirtiendo en una especie de máquina demoledora de libertades. Cada vez más prohibiciones, más limitaciones de derechos individuales; más imposiciones y coacciones. La reconciliación nacional, que se selló con el advenimiento de la democracia, ha desaparecido y vuelve el enfrentamiento entre las dos Españas.
|