Una semana de vacaciones en mí casa, Galicia, me ha sobrado para reforzar la idea de que en
España cada vez más nos acercamos a aquella mítica frase de Enrique Jardiel Poncela que
decía que “El que no se atreve a ser inteligente, se hace político”.
Sigo con un profundo interés la campaña o precampaña a las elecciones gallegas y por lo visto
la oposición al Partido Popular está empeñada en aupar aún más la figura del actual
presidente, Alberto Nuñez Feijóo.
Por más que la teoría nos diga que la política debe ser fría, racional y analítica, los seres
humanos somos lo que somos y tendemos a hacerla con mucho corazón y bastante estómago.
En Galicia los partidos de la oposición están más ocupados y preocupados por sus problemas
internos que en hacer propuestas y plantear alternativas reales al actual gobierno.
El PSdeG tiene abierta una guerra entre varias facciones por la confección de las listas
electorales amén del culebrón con el que llevan ya tiempo buscando un líder autonómico que
no termina de aparecer.
Lo de Podemos, En Marea y todas sus confluencias necesita de un gráfico para poder ser
explicado y comprendido. Hace unos días me confesaba un familiar que piensa abstenerse en
las elecciones autonómicas porque pensaba votar a Podemos y “ahora no sé muy bien a qué
partido tengo que votar” (literal).
BNG y AGE semejan ser dos zombis arrasados por la “nueva política” en la que no parece que
sean capaces de encajar.
Ante la falta de propuestas y con este panorama, la única alternativa que le queda a la
izquierda gallega es intentar demonizar a Feijóo en cada intervención pública en la que
comparecen.
Pero como hemos dicho la política tiene mucho de tripas y alma y el “todos contra uno” de la
oposición está consiguiendo aglutinar aún más si cabe, a los votantes en torno a la figura de su
líder.
En mi breve etapa política, alguien que no me quería muy bien me dio un gran consejo, “en
política y en la vida, al 50% de la gente que te conozca no le vas a gustar, lo importante es que
el 50% al que le gustes llegue a quererte”.
En muchas ocasiones la entidad y el carisma te lo dan tus propios enemigos al atacarte de tal
forma que aquellos que te aprecian consideren injustos estos ataques y los hagan algo suyo.
El presidente de la Xunta tiene muchas cualidades como líder pero cierto es que su oposición,
en una actitud política escasamente inteligente, le está dando un extra de cara a las próximas
elecciones.
Y mientras, él sigue a lo suyo. Recorriendo todas las ciudades y pueblos de Galicia,
acercándose a la gente e ignorando la mayoría de los ataques.
La “nueva política” nos ha traído toneladas y toneladas de marketing. Pero los políticos de
verdad saben que la “buena política” tiene un poco de marketing y un mucho de gestión,
psicología y estrategia.
¡Veremos qué pasa!