Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | Cosas mías
Rodrigo Gil-Sabio

El fútbol madrileño, bajo sospecha

|

¡Vaya empanada mental de los equipos madrileños! Al menos eso espero, que sea mental, porque lo de Getafe, Real Madrid y Atlético de Madrid es para que se lo hagan mirar. Empezaré de menos a más en cuanto a crisis se refiere. En el sur de Madrid parece que Ángel Torres toca el saxofón y su técnico Míchel el clarinete.

Un presidente de un club, y es una opinión, no pede decir en público que “somos muy blandos, defendemos mal y hay que hacer equipo, espero que se de cuenta Míchel”. O sí lo puede decir si lo que quiere es volcar toda la presión sobre el técnico, y en esto es un experto el mandamás del Getafe, que sabe que tiene siempre la sartén por el mango.

Míchel fue un grandísimo futbolista y tiene arrestos de gran entrenador aunque, lógicamente, su trayectoria está en plena construcción. Es comprensible el pensamiento de Torres, no así las formas, algo que sin duda y, conociéndole, ha molestado sobremanera a Míchel, que gusta de trabajar con un clima de confianza e intimidad. Mal asunto, porque no es la primera, ni la última, vez que Torres se mete a entrenador.

Y cruzamos la acera para irnos a Concha Espina. Pellegrini, ni contigo ni sin ti tienen los males del Madrid remedio. Da igual que se fiche a un crack o a una galaxia entera. Al final, es Raúl contra los nueve sportinguistas que defendían su solitario ataque.

También se lo tienen que hacer mirar Valdano y Pardeza porque el Real Madrid, sin Cristiano, es un fantasma con unas cadenas invisibles que le impiden progresar. Ya lo dije hace unas semanas en este espacio: “Sin Cristiano… a rezar”. Y mira, un par de derrotas serias y un insípido empate han bastado para sacar a la luz el triste espíritu de un Pellegrini que empieza a contagiar a sus futbolistas y a su afición.

Con el Madrid así, el Barça a medio gas ganará la Liga de calle porque vuelve a estar descompensada la plantilla de Chamartín, y además sigue sin encontrar ese 10 sobre el que pivote el equipo, función en la que, para mi gusto y mi total ignorancia, debiera servir Kaká. Un tío que vale sesenta millones debe ser capaz hasta de parar penalties con la cabeza. Si la empresa fuera mía, lo tendría clarito, Floren.

Y llegamos al Tourmalet de las crisis: el Atleti. Es que no sé ni lo que escribir de esta gente. Gil, Cerezo, Pitarch, los técnicos, los jugadores,… excepto su ejemplar afición, ahí no se salva ni de la puerta 27 (con todos los respetos). Mal endémico el de un club que desde Pantic & cía no levanta cabeza, y ya han pasado 13 años… Quique puede solucionar un problema coyuntural, pero parece que la ‘aluminosis’ afecta muy dentro y muy arriba, siendo el diagnóstico dantesco.

Por el bien del fútbol, que se ajuste el Getafe, se encuentre el Madrid y resucite el Atleti porque entre el golpe de los Juegos Olímpicos, la hecatombe –gripe A incluida- del Estudiantes y esta maldita crisis que nos está poniendo a todos de los nervios, no hay quien sobreviva. Y encima, como diría la canción, vaya, vaya, aquí no hay playa. Qué mal rollo, ¿no?

El fútbol madrileño, bajo sospecha

Rodrigo Gil-Sabio
Rodrigo Gil
lunes, 26 de octubre de 2009, 01:28 h (CET)
¡Vaya empanada mental de los equipos madrileños! Al menos eso espero, que sea mental, porque lo de Getafe, Real Madrid y Atlético de Madrid es para que se lo hagan mirar. Empezaré de menos a más en cuanto a crisis se refiere. En el sur de Madrid parece que Ángel Torres toca el saxofón y su técnico Míchel el clarinete.

Un presidente de un club, y es una opinión, no pede decir en público que “somos muy blandos, defendemos mal y hay que hacer equipo, espero que se de cuenta Míchel”. O sí lo puede decir si lo que quiere es volcar toda la presión sobre el técnico, y en esto es un experto el mandamás del Getafe, que sabe que tiene siempre la sartén por el mango.

Míchel fue un grandísimo futbolista y tiene arrestos de gran entrenador aunque, lógicamente, su trayectoria está en plena construcción. Es comprensible el pensamiento de Torres, no así las formas, algo que sin duda y, conociéndole, ha molestado sobremanera a Míchel, que gusta de trabajar con un clima de confianza e intimidad. Mal asunto, porque no es la primera, ni la última, vez que Torres se mete a entrenador.

Y cruzamos la acera para irnos a Concha Espina. Pellegrini, ni contigo ni sin ti tienen los males del Madrid remedio. Da igual que se fiche a un crack o a una galaxia entera. Al final, es Raúl contra los nueve sportinguistas que defendían su solitario ataque.

También se lo tienen que hacer mirar Valdano y Pardeza porque el Real Madrid, sin Cristiano, es un fantasma con unas cadenas invisibles que le impiden progresar. Ya lo dije hace unas semanas en este espacio: “Sin Cristiano… a rezar”. Y mira, un par de derrotas serias y un insípido empate han bastado para sacar a la luz el triste espíritu de un Pellegrini que empieza a contagiar a sus futbolistas y a su afición.

Con el Madrid así, el Barça a medio gas ganará la Liga de calle porque vuelve a estar descompensada la plantilla de Chamartín, y además sigue sin encontrar ese 10 sobre el que pivote el equipo, función en la que, para mi gusto y mi total ignorancia, debiera servir Kaká. Un tío que vale sesenta millones debe ser capaz hasta de parar penalties con la cabeza. Si la empresa fuera mía, lo tendría clarito, Floren.

Y llegamos al Tourmalet de las crisis: el Atleti. Es que no sé ni lo que escribir de esta gente. Gil, Cerezo, Pitarch, los técnicos, los jugadores,… excepto su ejemplar afición, ahí no se salva ni de la puerta 27 (con todos los respetos). Mal endémico el de un club que desde Pantic & cía no levanta cabeza, y ya han pasado 13 años… Quique puede solucionar un problema coyuntural, pero parece que la ‘aluminosis’ afecta muy dentro y muy arriba, siendo el diagnóstico dantesco.

Por el bien del fútbol, que se ajuste el Getafe, se encuentre el Madrid y resucite el Atleti porque entre el golpe de los Juegos Olímpicos, la hecatombe –gripe A incluida- del Estudiantes y esta maldita crisis que nos está poniendo a todos de los nervios, no hay quien sobreviva. Y encima, como diría la canción, vaya, vaya, aquí no hay playa. Qué mal rollo, ¿no?

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto