¡Qué progreso, madre mía!, ¡qué altura de pensamiento!, ¡cómo rezuma talento Pedro Sánchez cada día! Tanta es la sabiduría que en el Falcon ha logrado, y tan profundo ha pensado, que él solito ha descubierto lo que no ha visto el experto: que los monos son personas.
Ante tan buen sentimiento y amor por los animales, llevará a los tribunales a quien burle el Reglamento. Defenderá su argumento, con rigor y contundencia, incluso con persistencia si alguien se resistiera. Y si necesario fuera multaría su negligencia
En esta norma basado, no serán derechos nimios los que darán a los simios que tanta angustia han pasado. Y ahora será obligado, que en la nueva realidad haya nueva paridad, que en justicia habrá de ser: mujer-hombre-chimpancé, seres de igual entidad.
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