Feria de San Miguel en Sevilla
Abandonado por mi mejor escudero taurino, pronto pude ver su figura vestida de caña y oro…me encontraba esperando el milagro tras la caída en batalla a sangre y fuego del mismísimo Cid; el miserable abandono de la bravura del Imperio Domecq versus Juan Pedro y Parladé; la Guerra fría entre el mejor maestro francés de la historia, Sebastián Castella y el torero de Sevilla, el del arte y el pellizco con corbatín a lo Paquiro, más conocido por Morante de la Puebla; las últimas banderillas de tiniebla de Ferrera frente el mejor Núñez al que pudo desorejar y no lo hizo; o en mitad de la debacle talavantista. Allí en el fondo de aquel burladero de capotes esperaban enloquecidas por abrir el compás las verónicas sanluqueñas del alumno de Marismeño. Una por el arte, otra por el valor y la última por la gracia, las tres saltaron como tres virtudes capitales del bien nacido en Sevilla. Fue veni, vidi y vici. ¡Que alegría por San Miguel algo nace y se revela por primera vez! En esta ocasión fue un torero llamado a mandar más que nadie. Daniel Luque nunca dudó al toro de Núñez y tras meter la primera, todo le salió bordado tal y como lo hubiera soñado Isabel, su querida madre desde su palquito del cielo en la que resultaría la mejor tarde de su hijo en la Maestranza.
Batería de estatuarios majestuosos, serenos, imperiales bajaron del mismo cielo otoñal. Le siguieron tres series en redondo suaves, lentas, aterciopeladas que con gusto firmaría el propio Antonio Ordóñez. Continuaron largos, profundos y cimbreantes los naturales a juego y altura a las anteriores tandas con la diestra. Luque con la ayuda de Barberito rompió el molde de fundir toreros, no se pudo torear mejor, más perfecto y con tanto arte. Hizo lo que se da en llamar el toreo rotundo y definitivo, vamos que acabó con el cuadro. Estocada y dos orejas que golpearon fuerte a la siempre faraónica Puerta del Príncipe. Nadie pudo imaginar lo que sucedería en el sexto…algo pasó entre toro y toro que aún hoy no me explico lo que fue. Es cierto que el toro que le tocó en suerte en sexto lugar resultó manso y nefasto pero Luque metió su segunda marcha, esa que da cerrando los ojos, sin apretar…inexplicable no me pregunten el porqué. Su duende debió quedarse dormido en las cadenas de Carlos IV, en lo alto de nuestras cabezas. A la salida una gitana de las que venden romero me paró y me confesó que una lágrima debió caerle del cielo en el peor momento, para inundarle de recuerdos… de momentos de ensueño, soñando precisamente en este instante de gloria infinita. Al final, pese a ser consciente de haber entrado en la Maestranza entre los más grandes, los nervios le ganaron la partida. Todo fue demasiado deprisa. Tiempo al tiempo, el fruto pronto dejará la rama y antes del próximo San Miguel, Sevilla contará con su nuevo rey del toreo. ¡Gloria a Luque, último Califa de Sevilla!
Ficha técnica
Plaza de Toros de la Real Maestranza. Domingo 27 de octubre de 2009. Segunda de la Feria de San Miguel . En tarde espléndida y con más de tres cuartos de plaza se lidiaron seis toros de Alcurrucén, bien presentados, de juego desigual, destacó el cuarto por su claridad en la embestida especialmente por el pitón derecho, mereció la vuelta
- Antonio Ferrera. De grana y oro. Dos pinchazos, aviso, pinchazo hondo, media estocada, estocada entera a travesada (saludos desde el tercio); estocada entera (oreja)..
- Alejandro Talavante. De celeste y oro. Estocada tendida, descabello (saludos desde el tercio); pinchazo, municipal, 6 descabellos, aviso (silencio).
- Daniel Luque. De caña y oro con remates negros. Estocada un poco trasera (dos orejas); estocada caída, dos descabellos (saludos desde el tercio).
En cuadrillas: saludaron Raúl Caricol, de la cuadrilla de Daniel Luque, en el 3º; Curro Robles, de la cuadrilla de Daniel Luque, en el 6º (le tocó la música).
Plaza de Toros de la Real Maestranza. 26 de Septiembre de 2009. Primera de la Feria de San Miguel. En tarde nubosa y lleno en los tendidos se lidiaron 7 toros de Parladé, bien presentados pero sin raza ni casta; el 2º fue devuelto.
Morante de la Puebla, de nazareno y oro: Dos pinchazos, aviso, descabello (silencio); pinchazo, estocada (silencio); pinchazo, pinchazo hondo, descabello, (silencio) .
Sebastián Castella, de lila y oro. Media estocada, dos descabellos (silencio); estocada caída (aplausos); estocada entera (oreja).
En cuadrillas: saludó Curro Molina, en el 6º.