El auge de Internet, la necesidad de liquidez de las familias y el cierre del grifo del crédito por parte de la banca durante los últimos años son algunas de las razones que explican el ascenso del sector de los minicréditos en España. Un clima económico y tecnológico que ha propiciado el surgimiento de nuevas compañías especializadas en la concesión de créditos rápidos en minutos a través de Internet y de importe reducido, señalan desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com.

Durante los últimos años han desembarcado en España gigantes del sector como 4Finance Group, representada en nuestro país bajo la marca Vivus, que ofrece sus servicios en hasta 15 países distintos o el Grupo Kreditech, a través de su marca Kredito24, que opera en países como Polonia o México. La Asociación Española de Micropréstamos (AEMIP), nacida con el objetivo de proteger tanto al sector como a sus clientes, aglutina hasta a 16 empresas distintas.

Rápido y sin explicaciones
Detrás de su éxito encontramos, sobre todo, un proceso de contratación ágil, online, impersonal y, sobre todo, muy rápido. Los minicréditos han sabido dar respuesta a un segmento de la población que necesitaba importes bajos para solventar problemas puntuales de liquidez en tiempo récord. Pero ¿realmente son tan rápidos como prometen?

“Transferimos el dinero en 15 minutos” o “hasta 900 euros en 10 minutos” son algunos de los reclamos que pueden leerse en los portales de las compañías especializadas en la concesión de minipréstamos. Unos tiempos que sorprenden teniendo en cuenta que en la banca es habitual que los procesos de solicitud se dilaten durante días. La implantación de las nuevas tecnologías en el sector financiero ha jugado un papel importante en la reducción de los plazos, ya que ahora la informática ha facilitado los procesos de validación y aprobación de las solicitudes.

Desde el comparador HelpMyCash, especializado en comparar los mejores créditos rápidos del mercado, aseguran que los minicréditos online son tan veloces como prometen; eso sí, el tiempo que tarde el dinero en llegar a la cuenta de destino no solo está influenciado por la velocidad con la que el prestamista apruebe la solicitud, sino que también depende de otros factores.

El banco, clave a la hora de recibir el dinero
Si bien es cierto que es posible conseguir financiación en apenas unos minutos, el banco que intermedie en la transferencia afectará a los tiempos. Actualmente el plazo máximo de abono de las transferencias emitidas dentro de la zona SEPA es de un día hábil siempre que se ordenen antes de la hora de corte. En caso de emitirlas después, computarán como realizadas al día siguiente y podrán retrasarse hasta dos días. Por lo que si la cuenta del prestamista y la del cliente están radicadas en bancos distintos, la transferencia podría tardar hasta 48 horas.

Sin embargo, si ambos comparten el mismo banco, el traspaso durará solo unos minutos, por lo que el cliente recibiría su dinero en 5, 10 o 15 minutos. Desde HelpMyCash señalan que lo ideal es que el cliente busque un prestamista que disponga de una cuenta abierta en su banco, para que la operación no se demore en exceso. La mayoría de los proveedores de minicréditos disponen de cuentas abiertas en varias entidades para dar respuesta al mayor número de clientes posible. Sin embargo, no siempre es fácil descubrir cuáles son, por ello HelpMyCash.com ha creado una guía gratuita que permite conocer cuánto tardará en llegar un minicrédito según cuál sea el banco del cliente y el prestamista al que se le solicita el dinero.

La velocidad del prestatario también influye
La celeridad con la que el cliente rellene el formulario y envíe la documentación también influye en el tiempo de espera. Si todos los datos se envían correctamente desde el primer momento y la documentación adjunta es legible, el proceso será mucho más rápido.

Para conocer cuáles son los créditos más rápidos y los más baratos lo ideal es comparar y para ello se puede utilizar un comparador como el de HelpMyCash.com que en pocos minutos analiza las mejores ofertas del mercado y ofrece al cliente una visión general de cuáles son sus opciones y qué condiciones tiene cada producto. Así se evitará tener que ir entidad por entidad averiguando las condiciones de cada una y el tiempo que tardan.

En cualquier caso, no olvidemos que los minicréditos son productos pensados para solventar problemas puntuales que requieren una respuesta muy rápida y un importe no demasiado elevado. Su precio es considerablemente más caro que el de los préstamos personales y que el de las tarjetas de crédito, por lo que no se deben utilizar como forma recurrente de financiación y, desde luego, tampoco si no se prevé que se van a poder devolver en el plazo pactado, normalmente de unos 30 días.