Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La tronera | Hacienda

El abuso de una Hacienda insaciable

Una vez más es la interpretación fiscal y represora de la sectaria Agencia Tributaria que ‘escupe’ y desprecia a la ciudadanía
Jesús  Salamanca
viernes, 13 de mayo de 2016, 02:18 h (CET)
Si no fueron pocos los disgustos por los que han pasado los preferentistas y los titulares de deuda subordinada, ahora llega la Agencia Tributaria y dice que quiere seguir ‘mamando´ más de los ahorradores. ¿Que por qué digo eso? Pues porque quienes han ganado los juicios, por la justa demanda de sus ahorros, tienen que tributar ahora “por la compensación que reciben para abonar el gasto en abogados”. Expertos en temas fiscales se llevan las manos a la cabeza, pero Hacienda va a piñón fijo y no parece que vaya a caerse del burro. Desde la Agencia Tributaria insisten en que es "una ganancia de patrimonio". El que no corre vuela y, en ocasiones, los más tontos quieren demostrar que saben hacer cantaros, cuando eso es patrimonio alfarero.

Los titulares de preferentes y deuda subordinada van a tener que pagar un buen pellizco, según Gestha, y además hacerse cargo de la multa correspondiente. "Las cantidades percibidas por el contribuyente, como consecuencia de la condena a una entidad financiera al pago de las costas procesales, tienen la consideración de indemnización a la parte vencedora y, por tanto, es una evidente ganancia patrimonial”. Ya lo ven. Y en virtud de esa interpretación dicen las mentes ‘calenturientas’ del ‘cortijo’ de Cristóbal Montoro que ese es el motivo de integrarlo en la declaración de IRPF. Es una interpretación curiosa, muy curiosa y nada gratificante. Una vez más es la interpretación fiscal y represora de la sectaria Agencia Tributaria que ‘escupe’ y desprecia a la ciudadanía.

El ministro de Hacienda y Administraciones públicas, Cristóbal Montoro, es así. Y, precisamente por eso, hay que aprovechar las elecciones del 26J para terminar con la represión fiscal de una Hacienda sectaria, donde se maltrata al ahorrador y al trabajador, pero se abren los brazos y se rifan abrazos a grandes y selectos defraudadores del fisco, a quienes acuden a paraísos fiscales o a quienes blanquean dinero, aprovechando graciables medidas como las adoptadas por el todavía ministro y despreciable político, señor Montoro.

Son muchas las plataformas que agruparon a titulares de preferentes y deuda subordinada en toda España. Esas mismas que han calificado la medida de “barbaridad” y de atropello. Mal futuro nos espera cuando una Hacienda Pública --con sus brazos ejecutores, represores y vigilantes—se limita a perseguir la honradez y mira al tendido ante los grandes defraudadores, catedráticos del robo y filibusteros de la no fiscalidad. ¿Acaso están en prisión los corruptos y defraudadores del estilo del podemita Monedero?

No se han parado a pensar que las costas casi nunca han llegado a manos de los ahorradores, atrapados en esos productos híbridos, y sí directamente a las cuentas bancarias de abogados, procuradores, etc. Pero la gravedad llega mucho más allá, porque esos abogados y procuradores ya lo han declarado como ingresos. ¿Pretende hacienda que el mismo dinero se declare dos veces? ¿Pero qué memez es esa?

Si durante años han tenido que luchar los afectados en la calle para dar a conocer el abuso cometido por las entidades bancarias, ahora las cerca de 500.000 familias afectadas por las preferentes y deuda subordinada van a tener que luchar contra la Hacienda Pública y contra el abandono, el abuso y el desprecio del Partido Popular. La ocasión la pintan calva y los afectados no deben parar hasta que Hacienda se arrodille ante sus permanentes estupideces, fruto del retorcimiento anticuario en interpretaciones y disposiciones. Pura y simple caverna. Doy fe.

Noticias relacionadas

En el imaginario colectivo, la violencia es algo que sucede “fuera”, en las calles, en las noticias, en las guerras, en los crímenes. Nos han enseñado a identificarla en lo visible, en el golpe, en el grito, en la amenaza. Pero hay otras formas de violencia que no se oyen ni se ven, y que por eso mismo son más difíciles de reconocer y mucho más dañinas.

Entre las múltiples experiencias que he vivido a lo largo de mi vida destacan las tres semanas que permanecí embarcado, allá por los ochenta, en el Ramiro Pérez, un barco mercante en el que realicé el viaje Sevilla-Barcelona-Tenerife-Sevilla enrolado como un tripulante más.

Una rotonda es el espejo de una sociedad. Cuando quieras saber cómo es un país, fíjate en cómo se aborda una rotonda, cómo se incorpora la gente y cómo se permite –o no– hacerlo a los demás. Ahí aparece la noción de ceda el paso, esa concesión al dinamismo de la existencia en comunidad, la necesidad de que todo esté en movimiento, de que fluya la comunicación y que todo el mundo quede incorporado a la rueda de la vida.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto