Sin buscar lo que él y sin ninguna gana. Pero me gustaría encontrar un hombre, a mi juicio, naturalmente no puedo juzgar con el juicio de los demás, un ser humano realmente inteligente. A veces, muy pocas veces, leyendo, me asalta el pensamiento afirmativo: Sí ha habido y hay personas inteligentes, ¡pero! personalmente, no he conocido a ninguna en mi vida.
Este convencimiento, se comprenderá, me causa gran reconcomio en todos los ámbitos que el hecho de estar vivo conlleva. Por tal motivo trato de reducir el número de esos ámbitos, mas, inevitablemente, en alguno he de habitar. Conecto el televisor, ¡josti! ¡¿cómo pueden hacer semejante huevonada?! ¡¿cómo ese tipo puede estar presentando ese programa o dando las noticias?!... ¡y la pasta que ganan esos homos!
Y hablando de pasta, por ejemplo, ¡la que se lleva la gente del fútbol!. Caigo en el fútbol porque, lo confieso, lo que no tengo ganas de confesar en este momento son las razones, el Real Madrid me toca la víscera que sea que anida los sentimientos. Claro que, lamentablemente, en virtud de actuaciones, y de decisiones de quienes están facultados para tomarlas, también me toca otros órganos más prosaicos. Ahora dicen, entendidos que se ganan la vida opinando de este deporte, que su entrenador es un iluminado porque ha descubierto la posición en la que realmente rinde Marcelo. Al comenzar la temporada, cuando todo el mundo estaba de acuerdo en que era un petardo que había que largar, me tomé la molestia de abrir un blog en un diario deportivo para ver si, en virtud de esas extraordinarias casualidades que ni una sola vez se dan en la vida, alguien iluminado de verdad, facultado en el club, me leía y aceptaba mi opinión: Ese muchacho tiene con qué, no lo vendan y pónganmelo a jugar en su banda ¡por delante del defensa!
Por qué todo este rollo de la inteligencia y el fútbol. Porque si Florentino, que va a ser el próximo presidente, pusiera ¡por negada casualidad! los ojos en este escrito y fuera capaz de leer en mí más que mi opinión, antes de fichar al posible entrenador, Juande está listo, le preguntaría, ¡porque un entrenador ha de ser, además, un tío inteligente! le preguntaría, digo: ¿Cuál es “el detalle” específico que hace de Messi lo que es?
Naturalmente la respuesta correcta habría de ser verificada por mí.
¿Habrá más tipos inteligentes de los que yo creo?
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