En marzo se pueden ver 58 exposiciones itinerantes de l'Institut Català de les Dones en diversas poblaciones de Cataluña.

Es posible - Siro López
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'Artistes catalanes del dibuix i la pintura', en Barcelona, Salou, Vitoria y Vilafranca del Penedès.
'Dones de ciència', en Vallirana, Rubí y Sant Feliu de Guíxols.
'Dones d'empresa', en Tossa de Mar, Tarragona, Blanes y Sant Adrià del Besòs.
'Dones grans, grans dones', en Girona, Tarragona, Masdenverge, y La Llagosta.
'Dones sindicalistes', en Esparreguera, Vacarisses y Barcelona.
'Dues escriptores, dues catalanes: Maria Aurèlia Capmany y Montserrat Roig', en Sabadell.
'Els feminismes de Feminal', en Palafrugell, Caldes de Montbui, Barcelona y Sant Adrià del Besòs.
'Federica Montseny 1905-1994', en L'Espluga Calba, Bell-lloc d'Urgell, Lliçà d'Amunt y Barcelona.
'Fotògrafes pioneres a Catalunya', en L'Hospitalet de Llobregat, Vila-seca, Barcelona y El Prat de Llobregat.
'Maria Teresa Vernet i Real, compromís de gènere i de modernitat', en Barcelona y Tortosa.
'Mercè Rodoreda', en Jesús, Móra d'Ebre, Benifallet, Torredembarra, Rubí, Castelló d'Empúries y Terrassa.
'Punts de reflexió: les violències contra les dones', en Berga, Gósol, Palau-Solità i Plegamans, Igualada y Folgueroles.
'Simone de Beauvoir, feminista i escriptora', en Rosselló, Santa Coloma de Gramenet y Figueres.
'Una literatura pròpia, dones escriptores', en Gandesa, Castellvell del Camp, Sant Vicenç dels Horts y El Prat de Llobregat.
Veïnes, ciutadanes', en Reus, Tortosa, L'Hospitalet de Llobregat y Girona.
El 8 de marzo se ha convertido en un símbolo para las mujeres de todos los continentes. La celebración no se basa en un hecho único y tampoco ha tenido siempre el mismo sentido. La historia cambia, el sentido y los símbolos adquieren nuevos significados. Desde el inicio de la revolución industrial, amplias capas de la población femenina de los sectores populares se incorporaron al trabajo asalariado. Esta incorporación no les eximió de continuar siendo responsables del trabajo de cuidar de les persones del grupo familiar ni de les actividades domésticas.
Las precarias y difíciles condiciones de trabajo industrial provocaron, desde mediados del siglo XIX, la aparición de movimientos de mujeres que reivindicaban mejores condiciones laborales, como la reducción de la jornada laboral, la limitación de la edad de trabajo de los niños, la prohibición del horario nocturno a las mujeres, la compensación económica por accidentes laborales y las medidas para prevenirlos.
Cataluña no quedó al margen de esta experiencia. Un ejemplo fue la huelga que 3.500 trabajadoras del sector textil de Igualada hicieron el año 1881, en demanda de mejores condiciones de trabajo.
En el origen de la conmemoración del 8 de marzo como a Día Internacional de la Mujer, tradicionalmente se han destacado diversos hechos puntuales: la huelga de las obreras textiles norte americanas de 1857, el incendio de la fábrica Cotton o el de la Triangle Shirtwaist Company, de Nueva York, el día 25 de marzo de 1911.
Ya que las mujeres contribuían con su trabajo -tanto el remunerado como el doméstico- al crecimiento de la economía de sus respectivos países, querían tener el derecho a participar en el ámbito público. Esta participación se centró, durante unes décadas, en la reivindicación del derecho de voto para las mujeres, el otro gran eje que confluye en la celebración de este día.
La primera declaración programática reivindicando el derecho de voto, la hicieron las mujeres norte americanas, en 1848, reunidas en Seneca Falls. Sus acciones y sus ideas traspasaron fronteras y tuvieron repercusiones en muchos países. A partir de 1908, las socialistas norte americanas celebraron el Día de la Mujer, el último domingo de febrero, para reivindicar el derecho de voto. El 1910, en el marco de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin lanzaba la propuesta de establecer el Día Internacional de la Mujer con el objetivo principal de promover el sufragio universal femenino, la paz y la libertad.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, la paz se convirtió en el leitmotiv de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer. Y el 8 de marzo de 1917 les dones rusas, que hacía años que també lo celebraban, van salir a la calle en demanda de alimentos y por el retorno de los combatientes. Este fue el inicio del movimiento que acabaría con la dimisión del zar y la proclamación de la República. A partir de este momento, el Día Internacional de la Mujer quedó fijado en la fecha del 8 de marzo.
Reivindicación de mejores condiciones de trabajo y de vida, y de derechos políticos y manifestaciones en favor de la paz, son algunos de los temas que se encuentran en el origen de la celebración del día 8 de marzo como a Día Internacional de la Mujer.
Con el resurgimiento del feminismo, a finales de los años sesenta y setenta, volvió a implantar se la celebración de esta fecha, que acabaron de corroborar las Naciones Unidas, en 1977, al declarar el 8 de marzo como a Día Internacional de la Mujer.
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