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La era del “cuoting”

Ignasi Giraudier
Redacción
lunes, 2 de marzo de 2009, 04:15 h (CET)
Cuántas veces nos hemos planteado las ventajas de las cuotas mensuales. Pagamos el recibo de la luz, del agua, del gas, mensualmente o bimensualmente. Nos ingresan la nómina cada mes, escogemos los coches en “renting” si tenemos una empresa y desembolsamos una cantidad mensual. Vamos al gimnasio por una cuota al mes, nos aseguramos de tener una cobertura médica más ágil perteneciendo a una Mutua, utilizamos la tarifa plana de un proveedor de comunicaciones para llamar o utilizar Internet, devolvemos una hipoteca, un préstamo, una financiación, cualquier deuda cada mes. Nos afiliamos, colegiamos, agremiamos, asociamos mensualmente. Hasta las remuneraciones no dinerarias como los tickets de comida las recibimos cada mes.

Si no fuera así, ¿realmente tendríamos el dinero que tenemos?, ¿somos capaces de auto administrarnos correctamente? La respuesta es NO. La economía de la empresa es como la economía doméstica, exactamente igual. Sólo que en una empresa hay más información y es un poco más complejo de llevarla.

En estos momentos las empresas deberían plantearse que, cuántas más tarifas planas, mejor gestión.

Llevando esta teoría a mi terreno, imaginemos un caso muy habitual. Imaginemos el caso hipotético en que se propone una solución de seguridad informática a una empresa por un valor de 100 al mes. Esta solución lo incluye todo: hardware, control remoto, resolución incidencias, Informe mensual, etc.… y se decide otra opción con otro proveedor: la de comprar el hardware para proteger la red y que la gestión se haga internamente por parte de un empleado de la empresa. La solución que se ha planteado al principio tiene un coste anual de 1.200 y para 3 años, tendría un coste de 3.600.

Comprar un hardware (firewall) como el que se ofrece en tarifa plana, pongamos que tiene un valor aproximado de 800, y se tiene la idea equivocada de que en 3 años éste será todo el dinero invertido. Eso no es así, esa diferencia de 2.400, es NADA en comparación con el coste añadido asociado a la compra del hardware, ya que hay que tener en cuenta que: el tiempo que dedica un empleado en gestionar el dispositivo internamente, el tiempo que se dedica en resolver las incidencias, el tiempo en conocer el dispositivo e ir actualizándolo, los servicios añadidos que te da el proveedor, la ventaja de poder obtener un dispositivo mayor si la empresa crece, el ahorro en formación, etc., supera con creces los 2.400.

El problema no radica en la cuota mensual. Aún pensamos que el Sr. Empleado que se le paga un sueldo, además de desempeñar las tareas para lo que se le ha contratado, debe dedicar tiempo a imprevistos, aunque para ello haya que despertarlo a las 2 de la madrugada y todo ello por no externalizar un servicio. Pues no es así, ya que el Sr. Empleado un día se irá por su disconformidad, y si valoramos los costes asociados a la finalización de un contrato y a la búsqueda de otro Sr. Empleado, nos daremos cuenta que podríamos haber contratado 10 veces el servicio a un tercero y el Sr. Empleado nunca se habría ido.

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