Liberia ha registrado un nuevo caso de ébola, según ha informado este viernes un alto cargo de la ONU en el país africano, precisando que el paciente es un niño de 10 años que vive en Paynesville, un suburbio al este de Monrovia, la capital.
La Organización Mundial de Salud (OMS) había declarado el pasado 3 de septiembre al
país por segunda vez libre del mortífero virus. Desde entonces, Liberia había entrado en un
periodo de 90 días de vigilancia reforzada con el fin de evitar que volviera a surgir la
enfermedad.
El resto de sus familiares, así como de otras personas declaradas como "contactos de alto
riesgo" con el joven, están también ingresados en la Unidad de Tratamiento de Ébola de
Paynesville.
"El hospital está descontaminando la unidad en estos momentos. Todos los empleados
que han entrado en contacto con el paciente han recibido notificación", ha declarado la
ministra de Sanidad liberiana, Bernice Dahn.
"Sabemos cómo se extiende el ébola y sabemos cómo detenerlo, pero debemos
permanecer alerta y trabajar juntos", ha pedido la ministra.
Por otro lado, el jefe del equipo de respuesta para el ébola de Naciones Unidas, Bruce
Aylward, ha declarado que el paciente no tenía antecedentes de contacto ni con víctimas
ni con supervivientes del virus.
"La familia, obviamente, se encuentra en peligro y están siendo investigados porque dos
de los hermanos llevan dos días sintiéndose mal", ha explicado Aylward desde Ginebra.
Más de 11.000 personas han muerto en África Occidental en el peor brote de ébola hasta
la fecha. Liberia ha sido el país más golpeado, con más de 4.800 muertos, aunque también
ha sido el que más éxito ha tenido para controlar la epidemia.
Liberia ya había sido declarada libre de ébola en mayo pero un nuevo foco de casos
emergió a finales de junio y se confirmaron seis casos adicionales.