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Ana Morilla

Obama, la clase media y el fontanero de Ohio

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"¿Por qué en los tiempos que vivimos hay que subir los impuestos a la gente?", ha preguntado el republicano McCain a su rival. "Lo que está promocionando es la lucha de clases". Esta virulenta pirueta dialéctica de McCain, exponiendo la fobia republicana a los impuestos, ha permitido, a raíz de la crisis económica en Estados Unidos, llegar al fondo de las diferencias ideológicas entre ambos candidatos, entre Republicanos y Demócratas, entre la derecha norteamericana y el centro, entendiendo que allí no existe izquierda a la europea, porque nunca se aceptará que el papel del Estado en la redistribución de riqueza alcance nuestro Welfare.

La predisposición a diplomacia multilateral y diálogo con “enemigos internacionales” de Obama, o el no al aborto de McCain, son únicamente aderezos del plato principal en el que se dirimen las diferencias ideológicas entre los partidos norteamericanos: los impuestos y su distribución entre clase media, rentas altas y necesidad ( siempre mínima )de inversiones públicas.

Obama ha respondido que es hora de que aquellos que se han beneficiado más de la política de George Bush paguen más y sean solidarios y ha recordado que "el 98% de los pequeños y medianos empresarios norteamericanos ganan menos de 250.000 dólares al año y esos verán sus impuestos rebajados".

Obama ha prometido recortar impuestos a aquellos estadounidenses que ganen 150.000 dólares o menos, la llamada clase media. Cada hogar se ahorraría 2.700 dólares (unos 1.800 euros) al año. "Las familias que ganen en torno a esta cantidad no verán un aumento en sus impuestos bajo una Administración Obama", dijo el senador demócrata. "Creo que ésta es la mejor forma de promover el crecimiento económico desde las bases hacia la cumbre”.

Obama ha planteado diseñar una estrategia que incentive el gasto por parte de las familias, especialmente en necesidades básicas como la sanidad o la alimentación, además de introducir "un segundo paquete de estímulos económicos", refiriéndose a una continuación de una ley aprobada por el Congreso este mismo año para evitar la recesión y según la cual muchas familias estadounidenses recibirán devoluciones fiscales de hasta 1.200 dólares. Además, en virtud de esta norma, muchos negocios obtendrán este año una desgravación fiscal equivalente al 50% de los gastos en nuevas compras e inversiones efectuadas en el año fiscal de 2008.

El candidato también ha explicado su propuesta de subir los impuestos a los que más ganan. "Lo que yo creo es que si ganas más de 250.000 dólares anuales estás cobrando más que la clase media", dijo. A diferencia de él Mc Cain insiste: “Obama aumentará los impuestos. Yo no. Yo los recortaré hasta donde pueda".

McCain, con una receta empleada ya por Ronald Reagan y el actual presidente George W. Bush, promete mantener bajas las tasas de impuestos para personas de altos ingresos y recortaría los impuestos a corporaciones, con el argumento de que esa es la forma de estimular la economía letárgica y crear empleos.

Si Obama llega a la Casa Blanca, el acaudalado 1% de la población estadounidense, quienes ganan $600.000 dólares o más al año, vería subir sus impuestos un promedio de $93.709 dólares en 2009, de acuerdo con un análisis hecho por el Centro Nacional de Política de Impuestos norteamericano, porque el demócrata comenzaría a implementar sus cambios incluso antes de que expiren los recortes de Bush.

Con McCain, esos mismos contribuyentes verían los impuestos reducirse en un promedio de $48.860 dólares, reflejo en parte de los recortes adicionales que él propone.

En contraste, el 20% de contribuyentes que representan el escalón más bajo en la tabla de ingresos en Estados Unidos -$19.000 dólares o menos al año- verían sus impuestos recortados con un promedio de $567 dólares al año bajo Obama y apenas $21 dólares bajo el programa de McCain.

La clase media y los Joe el fontanero con aspiraciones de pyme, siempre serán utilizados por la derecha en su estrategia política de reducción de impuestos. Si las rentas muy altas pagan menos, las inversiones del Estado y las políticas sociales se resienten, la sociedad está menos cohesionada, la clase media ve mermados sus derechos en infraestructuras, sanidad o educación, y nunca es directa la ecuación entre menor pago de impuestos de rentas altas y creación de empleo. Ahondando en los discursos de ambos candidatos, desbrozando el populismo de Mc Cain y Palin, éste fontanero de Ohio debería tener bastante claro con quien le iría mejor.

Obama, la clase media y el fontanero de Ohio

Ana Morilla
Ana Morilla
sábado, 18 de octubre de 2008, 12:24 h (CET)
"¿Por qué en los tiempos que vivimos hay que subir los impuestos a la gente?", ha preguntado el republicano McCain a su rival. "Lo que está promocionando es la lucha de clases". Esta virulenta pirueta dialéctica de McCain, exponiendo la fobia republicana a los impuestos, ha permitido, a raíz de la crisis económica en Estados Unidos, llegar al fondo de las diferencias ideológicas entre ambos candidatos, entre Republicanos y Demócratas, entre la derecha norteamericana y el centro, entendiendo que allí no existe izquierda a la europea, porque nunca se aceptará que el papel del Estado en la redistribución de riqueza alcance nuestro Welfare.

La predisposición a diplomacia multilateral y diálogo con “enemigos internacionales” de Obama, o el no al aborto de McCain, son únicamente aderezos del plato principal en el que se dirimen las diferencias ideológicas entre los partidos norteamericanos: los impuestos y su distribución entre clase media, rentas altas y necesidad ( siempre mínima )de inversiones públicas.

Obama ha respondido que es hora de que aquellos que se han beneficiado más de la política de George Bush paguen más y sean solidarios y ha recordado que "el 98% de los pequeños y medianos empresarios norteamericanos ganan menos de 250.000 dólares al año y esos verán sus impuestos rebajados".

Obama ha prometido recortar impuestos a aquellos estadounidenses que ganen 150.000 dólares o menos, la llamada clase media. Cada hogar se ahorraría 2.700 dólares (unos 1.800 euros) al año. "Las familias que ganen en torno a esta cantidad no verán un aumento en sus impuestos bajo una Administración Obama", dijo el senador demócrata. "Creo que ésta es la mejor forma de promover el crecimiento económico desde las bases hacia la cumbre”.

Obama ha planteado diseñar una estrategia que incentive el gasto por parte de las familias, especialmente en necesidades básicas como la sanidad o la alimentación, además de introducir "un segundo paquete de estímulos económicos", refiriéndose a una continuación de una ley aprobada por el Congreso este mismo año para evitar la recesión y según la cual muchas familias estadounidenses recibirán devoluciones fiscales de hasta 1.200 dólares. Además, en virtud de esta norma, muchos negocios obtendrán este año una desgravación fiscal equivalente al 50% de los gastos en nuevas compras e inversiones efectuadas en el año fiscal de 2008.

El candidato también ha explicado su propuesta de subir los impuestos a los que más ganan. "Lo que yo creo es que si ganas más de 250.000 dólares anuales estás cobrando más que la clase media", dijo. A diferencia de él Mc Cain insiste: “Obama aumentará los impuestos. Yo no. Yo los recortaré hasta donde pueda".

McCain, con una receta empleada ya por Ronald Reagan y el actual presidente George W. Bush, promete mantener bajas las tasas de impuestos para personas de altos ingresos y recortaría los impuestos a corporaciones, con el argumento de que esa es la forma de estimular la economía letárgica y crear empleos.

Si Obama llega a la Casa Blanca, el acaudalado 1% de la población estadounidense, quienes ganan $600.000 dólares o más al año, vería subir sus impuestos un promedio de $93.709 dólares en 2009, de acuerdo con un análisis hecho por el Centro Nacional de Política de Impuestos norteamericano, porque el demócrata comenzaría a implementar sus cambios incluso antes de que expiren los recortes de Bush.

Con McCain, esos mismos contribuyentes verían los impuestos reducirse en un promedio de $48.860 dólares, reflejo en parte de los recortes adicionales que él propone.

En contraste, el 20% de contribuyentes que representan el escalón más bajo en la tabla de ingresos en Estados Unidos -$19.000 dólares o menos al año- verían sus impuestos recortados con un promedio de $567 dólares al año bajo Obama y apenas $21 dólares bajo el programa de McCain.

La clase media y los Joe el fontanero con aspiraciones de pyme, siempre serán utilizados por la derecha en su estrategia política de reducción de impuestos. Si las rentas muy altas pagan menos, las inversiones del Estado y las políticas sociales se resienten, la sociedad está menos cohesionada, la clase media ve mermados sus derechos en infraestructuras, sanidad o educación, y nunca es directa la ecuación entre menor pago de impuestos de rentas altas y creación de empleo. Ahondando en los discursos de ambos candidatos, desbrozando el populismo de Mc Cain y Palin, éste fontanero de Ohio debería tener bastante claro con quien le iría mejor.

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