Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Familia | Crisis

La familia en crisis. Nupcialidad y ruptura

|

Los españoles cada vez se casan más tarde, la edad media es de casi 37 años para los hombres y 34 para las mujeres, pero la sexualidad se ejerce sin cortapisas desde la adolescencia, lo que da como resultado el crecimiento espectacular de la natalidad extramatrimonial. Nada menos que 4 de cada 10 niños que nacen son extramatrimoniales, sin contar con más de cien mil abortos por año, de los que la mayoría probablemente son de embarazos también extramatrimoniales.

Cada vez se producen menos matrimonios en España. En diez años han descendido más del 25% y de cada tres matrimonios dos lo realizan por lo civil. La catolicidad “estadística” de los españoles es, al menos, dudosa. Decirse católico y no casarse por la Iglesia no es congruente.

Lo que aumentan son las parejas de hecho, cuyo número se ha triplicado en los últimos 13 años. Uno de cada 7 hogares es de parejas de hecho. La sociedad parece haber aceptado el establecimiento de parejas que viven juntos sin casarse, quizás para evitarse problemas si la convivencia no resulta satisfactoria o desean probar suerte con otra persona.

De cada diez parejas cuatro no tienen hijos, siendo esta situación más acentuada en las parejas de hecho. La tasa de natalidad española es de las más bajas de Europa, sin posibilidad de reposición generacional y con un envejecimiento creciente que hace insostenible el manoseado estado de bienestar.

Se producen más de 105.000 rupturas familiares cada año lo que ha representado aumento espectacular desde la “progresista” ley de divorcio exprés del gobierno de Rodríguez Zapatero. Esta ley no ha sido derogada por el gobierno del Partido Popular, con su mayoría absoluta, seguramente por falta de sensibilidad para los problemas familiares.

Las parejas de hecho que rompen su relación no necesitan del divorcio por lo que las rupturas contabilizadas deben de referirse a los que formalizaron su matrimonio. De cada 10 matrimonios que se rompen 6 tienen hijos y acuden al divorcio, sin duda, para regular la situación de estos hijos cuya cifra es de cada 100.000 cada año, de los que 85.000 son menores.

He sacado estos datos del informe Nupcialidad y Ruptura en España 2015 que ha publicado el Instituto de Política Familiar.

Es una situación de fragilidad creciente de la institución familiar que nos está llevando a una situación insostenible. Somos una sociedad cada vez más envejecida que se suicida mientras que disfruta del placer sexual sin responsabilidad, de la contracepción hasta el aborto, que se distrae ante el televisor contemplando cualquier espectáculo, que se moviliza para reclamar más derechos del estado-providencia, que trata mejor a sus mascotas que a los hijos concebidos y satisface su buenismo con la ecología, el animalismo o los orientalismos.

Sin duda que hay quienes piensan, reflexionan y trabajan, quienes sirven a sus prójimos y dan de comer al hambriento, pero el tono general de nuestra sociedad me resulta deplorable, quizás porque soy un pesimista.

La familia en crisis. Nupcialidad y ruptura

Francisco Rodríguez
martes, 10 de noviembre de 2015, 06:19 h (CET)
Los españoles cada vez se casan más tarde, la edad media es de casi 37 años para los hombres y 34 para las mujeres, pero la sexualidad se ejerce sin cortapisas desde la adolescencia, lo que da como resultado el crecimiento espectacular de la natalidad extramatrimonial. Nada menos que 4 de cada 10 niños que nacen son extramatrimoniales, sin contar con más de cien mil abortos por año, de los que la mayoría probablemente son de embarazos también extramatrimoniales.

Cada vez se producen menos matrimonios en España. En diez años han descendido más del 25% y de cada tres matrimonios dos lo realizan por lo civil. La catolicidad “estadística” de los españoles es, al menos, dudosa. Decirse católico y no casarse por la Iglesia no es congruente.

Lo que aumentan son las parejas de hecho, cuyo número se ha triplicado en los últimos 13 años. Uno de cada 7 hogares es de parejas de hecho. La sociedad parece haber aceptado el establecimiento de parejas que viven juntos sin casarse, quizás para evitarse problemas si la convivencia no resulta satisfactoria o desean probar suerte con otra persona.

De cada diez parejas cuatro no tienen hijos, siendo esta situación más acentuada en las parejas de hecho. La tasa de natalidad española es de las más bajas de Europa, sin posibilidad de reposición generacional y con un envejecimiento creciente que hace insostenible el manoseado estado de bienestar.

Se producen más de 105.000 rupturas familiares cada año lo que ha representado aumento espectacular desde la “progresista” ley de divorcio exprés del gobierno de Rodríguez Zapatero. Esta ley no ha sido derogada por el gobierno del Partido Popular, con su mayoría absoluta, seguramente por falta de sensibilidad para los problemas familiares.

Las parejas de hecho que rompen su relación no necesitan del divorcio por lo que las rupturas contabilizadas deben de referirse a los que formalizaron su matrimonio. De cada 10 matrimonios que se rompen 6 tienen hijos y acuden al divorcio, sin duda, para regular la situación de estos hijos cuya cifra es de cada 100.000 cada año, de los que 85.000 son menores.

He sacado estos datos del informe Nupcialidad y Ruptura en España 2015 que ha publicado el Instituto de Política Familiar.

Es una situación de fragilidad creciente de la institución familiar que nos está llevando a una situación insostenible. Somos una sociedad cada vez más envejecida que se suicida mientras que disfruta del placer sexual sin responsabilidad, de la contracepción hasta el aborto, que se distrae ante el televisor contemplando cualquier espectáculo, que se moviliza para reclamar más derechos del estado-providencia, que trata mejor a sus mascotas que a los hijos concebidos y satisface su buenismo con la ecología, el animalismo o los orientalismos.

Sin duda que hay quienes piensan, reflexionan y trabajan, quienes sirven a sus prójimos y dan de comer al hambriento, pero el tono general de nuestra sociedad me resulta deplorable, quizás porque soy un pesimista.

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto