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¿Qué temen los extremistas
de la bandera de España?
Hay quien dice que ellos piensan
que la enseña roja y gualda,
es tan sólo adorno inútil
y no significa nada.
O que, al símbolo sagrado,
que tantos labios besaran,
ya no le encuentran sentido
porque ahora, sus pancartas,
las rinden ante espantajos
renegando de su patria.
¿Y por qué temen al himno,
que nos conforta y ampara?
Será porque sus oídos,
sordos por las algaradas,
o no oyeron, u olvidaron
sus notas acompasadas.
Aducen con gran descaro,
mintiendo en cada palabra,
que sólo es interpretable
en ocasiones contadas.
Aunque saben los malvados
y es otra de sus patrañas,
que los símbolos son libres
de usar en forma adecuada,
como es libre respirar
cuando así nos venga en gana,
porque es nuestro todo el aire
que se respira en España.
Mas ellos, cuando les peta,
en innobles algaradas,
en vez de la roja y gualda
portan la republicana;
que esa si que está prohibida
y bien desacreditada.
Y en muchas instituciones
en las que esos tipos mandan,
jamás se oye nuestro himno
que tanto les desagrada.
Pues que se enteren ya todos,
por si alguno lo ignorara:
nadie nos podrá quitar
derecho que bien consagra,
la actual Constitución
de nuestra querida España.
Ondearemos las banderas,
en Córdoba o en Granada
porque ese es nuestro derecho
y ¡ay! de quien lo arrebatara.
Y haremos sonar el himno
por las calles y las plazas,
cada vez que deseemos
dar un gozo a nuestra alma.
Así nos pareceremos
a gentes civilizadas,
de los países decentes
que a sus símbolos se abrazan;
y no a esos extremistas
que quieren romper España.
Pedro Sánchez se habría despertado con un inesperado cisne negro que amenazaba seriamente su estancia en la Moncloa. El término “cisne negro” designa a un acontecimiento inesperado e impredecible que produce consecuencias a gran escala y que es explicable solamente a posteriori y en el caso de Sánchez, ese cisne negro habría adoptado la forma de una denuncia del seudo sindicato Manos Limpias contra la mujer de Sánchez por "presunto tráfico de influencias".
"No todo es oro lo que reluce y la investigación científica también tiene un lado oscuro. Distintas empresas encargan estudios con animales con fines lucrativos, para tratar de demostrar que su producto es mejor que la competencia. Los laboratorios buscan que se sigan financiando estudios con animales, es su manera de mantener el negocio", declara Emi Navarro, una de las personas activistas que dedica voluntariamente su tiempo a la defensa de los animales.
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