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Se produce una sorpresa positiva entre los ciudadanos, cuando los mandantes consultan a los mandados su opinión sobre temas que resultan tener algún interés para tomar decisiones, cuando resulta que, en un ambiente de progreso real, es lo que debiera ser frecuente. Mas no hay que ilusionarse, porque solamente se trata de marketing político.
Aprovechando que estamos en plenas Ferias del Libro, deciros que presento en unos días mi primera novela religiosa "Sfumato", que cuenta la historia de un joven cámara de Televisión Española que se pasa 42 horas filmando la chimenea del Vaticano, lo que le provoca una crisis de fe y unas ganas locas de volver a fumar.
El apagón, como el algodón del anuncio, no engaña. Muestra la languidez de nuestro montaje social que, visto lo visto, parece pender de un hilo. La verdad es que siempre hemos sido quebradizos en lo individual y en lo colectivo; nuestros sistemas sociales, nuestras civilizaciones y culturas, han dependido de inciertos factores naturales o culturales.
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