En esto de los certámenes para cualquier proyecto y con las nuevas formas de votos telefónicos, ya nada ni nadie se libra de una llamadita a un número de pago o un mensaje al móvil o al correo electrónico si lo que se quiere conseguir es difundir un asunto entre las nuevas tecnologías en aras de la bandera de la participación, claro, aunque lo que finalmente se consigue es abusar de la buena fe del participante que llama ilusionado a modo de juego y de entretenimiento, gastándose sus buenos euros y comprobando a continuación que su participación apenas la han tenido en cuenta.
Me refiero a Chisla y al montaje del nombre de la Expomascota de Zaragoza 2008, perdón Fluvi. Cuando ya casi se había instalado el personaje entre muchos zaragozanos, pienso que también entre muchos aragoneses, e incluso entre los que no lo somos, que la simpática gotilla de ojos negros saltones y de cuerpo de agua, más parecida a una marcianita azul que a una gota de lluvia se llamaría Chisla, contábamos el tiempo que faltaba en que Chisla apareciera publicitada en multitud de objetos con ese nombre.
Quienes votaron por el nombre de Chisla se contaron como el 30 por ciento que fue la mayoría, el resto votaron por otros nombres como Blupy, Fluvi, Gloups, AQA, Gotika, Goyita, Wica o Zaqua, pero sin entrar a analizar cual de estos nombres era el mejor, como tampoco indagaremos o afirmaremos nunca si la letra del himno español de Paulino Cubero era el mejor o no aunque fuera la letra ganadora. Sólo constataremos que pese al jurado en esta otra pública elección ganó Chisla, que para quien quiera saber su significado es gota de agua en fabla o aragonés, en esa lengua que unos llaman dialecto navarroaragonés y otros una variante aragonesa del castellano. Pero, de una forma o de otra, se trata de una querida y peculiar palabra aragonesa, que se utilizará en Zaragoza a nivel internacional durante el presente año ya que en este lugar se paseará Chisla hasta cansarse.
Quien, como yo, critica el cambio de nomenclatura achaca a términos políticos que Chisla no podía ser aceptada como tal porque recordaba a no sé qué concepto político que no he sido capaz de comprender; un concepto sin duda ya menos conocido que la polémica de la gotita y, por supuesto, de menos importancia que lo que representa una gota de lluvia en este país de aguda sequía.
Chisla probablemente se perderá en los foros tras los años, o se esconderá tras la sombra de Fluvi, pero para las miles de personas que votaron bajo el nombre de Chisla, siempre será la simpática Chisla, quieran o no quieran los el jurado se llamará Chisla por derecho popular y democrático porque es tan sonoro como el agua de lluvia al caer a la tierra, sea ésta de la comunidad que sea. Ese 30 por ciento de votos la avalan y aunque la llamen Fluvi siempre la llamaremos con el sobrenombre de Chisla que nos suena a manantial de agua o grifo de fantasía.