Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Comunicación positiva

Soylent green

Alcanzados por el destino
Francisco J. Caparrós
martes, 14 de julio de 2015, 06:27 h (CET)
Tan próxima a la edad de jubilación como la propia Christine Lagarde se encuentra, reconozco que hay que tener arrestos para expresarse en los términos en que lo hizo el verano pasado la titular del Fondo Monetario Internacional, al referirse al riesgo que representa para la economía global la esperanza de vida de los ancianos. Hace unos años, la longevidad era considerada una bendición divina de la que no todo el mundo sino sólo unos pocos acababan siendo dignos merecedores, pero ahora que los adelantos médicos, la buena alimentación y la calidad de vida lo han hecho posible resulta que ya no es ninguna bicoca para nadie que no pueda costearse un seguro privado que amortigüe, al menos en parte, las carencias de una seguridad social incapaz de sufragar por sí sola los últimos años de vida de los sujetos que tengan la presunta suerte de llegar a viejos.

El futuro más o menos incierto que al parecer nos aguarda, preconizado por esos gurús de la economía mundial, que mientras por una parte nos dicen que hay que apretarse el cinturón por la otra no se privan de nada, no me preocupa demasiado. Me daría por satisfecho si me aseguran que no voy a terminar mis días en un envase de cartón, como en la distopía fílmica de Richard Fleischer basada en parte en la obra homónima de Harry Harrison, convertido en alimento para mis semejantes.

No voy a negar, que con algo de razón sí que cuenta la buena señora para poner el grito en el cielo, pero son las formas las que la pierden. Es más, con sesenta años que tiene ya la francesa, mes arriba mes abajo, tampoco es que esté para muchos trotes. Y, francamente, muy apetitosa no parece que esté. Si me dan a elegir, prefiero la harina de salvado antes que llevarme a la boca nada que esté elaborado con los restos de esa señora. Y es que, sólo de pensarlo, ya se me revuelve el estómago.

Noticias relacionadas

Es fácil haber oído últimamente que “Málaga está de moda”. Y es cierto que, en los últimos años, el número de visitantes se ha disparado. Pero no es un caso aislado: lo mismo ocurre en ciudades como Venecia, Lisboa o Londres, donde el turismo ha crecido tanto que complica la vida de sus habitantes.

Schopenhauer decía que el ser humano es un animal metafísico, condenado a interrogarse por el sentido de su existencia. Incluso en medio de la rutina, la prisa y el cansancio, late en lo más hondo la pregunta por aquello que trasciende lo inmediato. Esa sed de sentido es la que nos empuja a buscar algo más allá.

La reciente visita del BAP Unión, el buque escuela más grande de Latinoamérica, a Londres, nos impulsa a escribir esta nota acerca de las fructíferas relaciones peruano-británicas. Inglaterra y Perú comparten el tener una bandera nacional blanqui-roja. Mientras la primera fue la sede del mayor imperio oriundo del hemisferio norte, la segunda lo fue del mayor imperio originario del hemisferio sur (incario). 

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto