Una de las competencias y capacidades que debemos de potenciar es nuestra vida es nuestra capacidad para generar pensamientos positivos, como hemos visto en muchas ocasiones, nuestros pensamientos alimentan nuestra actitud positiva, potencian nuestro optimismo y nos ayudan a potenciar nuestra vida dirigiéndola en esa dirección que potencia una transformación y construcción constantes.
Para implementar en nosotros esos pensamientos positivo podemos poner en nuestra vida tres actividades para potenciar los pensamientos positivos.
Sin lugar a dudas la primera técnica que nos permite trabajar y lograr un cambio de pensamiento es el “diario de gratitud o diario de las bendiciones”. Para ello debemos de realizar una sencilla actividad, llevar un diario, donde cada noche seamos capaces de prestar atención a tres cosas buenas que nos hayan sucedido y que hayan aportado valor a nuestra vida, es decir, debes de anotar esas pequeñas satisfacciones que experimenta cada día de las que nos somos conscientes y que ignoramos.
También podemos escribir y poner en práctica pensamientos que vayan dirigidos a generar o potenciar nuestras posibilidades de disfrute, que nos permitan tomar contacto con nuestras tareas, acciones y planes de vida. es decir cuando se saborean las situaciones vitales que nos suceden sin valorar las causas o efectos de las cosas que podrían sucedernos. Por ello debemos de intentar conocer las razones y situaciones por las que experimentamos el disfrute, acentuando los momentos agradables, pero además podemos poner en nuestra vida nuevamente esas sensaciones de disfrute a través del recuerdo de esas experiencias positivas ya vividas.
Para ello existen una serie de tareas a poner en marcha para llevarlas a cabo, es importante compartir en grupo nuestro pasado, así podemos valorarlo y disfrutar nuevamente esas sensaciones y emociones positivas a través del recuerdo, que hemos unido a nuestros pensamientos positivos.
Por último te planteo que podemos dedicar cada cierto tiempo, parte de nuestro tiempo a agradecer las cosas buenas que nos han sucedido en cada momento y además debemos poder reflexionar sobre como han aportado valor a nuestra vida. Dedica una vez a la semana a agradecer las cosas que te han ido pasando y que te han aportado felicidad a tu vida, y las que no, valora sus oportunidades de aprendizaje y agradecemos en el mismo sentido.
Como irás viendo esos pensamientos positivos inciden directamente sobre nuestra actitud ante la vida, potenciando nuestro optimismo, es decir esa creencia de que nuestro futuro nos aportará bienestar y felicidad. Por lo tanto, generaremos la creencia de que podemos ser felices y nos retroalimentamos de esos pensamientos, incidiendo sobre nuestras expectativas, dirigiéndonos hacia nuestros objetivos y metas. Así poco a poco generaremos una imagen positiva que nos permitirá creer en que un mejor futuro es posible.