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Navidad y el puente de la inmaculada | |||
Este Jueves la Universidad Johns Hopkins ha declarado que la lista de afectados por la Covid es la segunda más alta desde el inicio de la pandemia; las previsiones de movilidad para el puente del 8 de diciembre o para las fiestas del fin de año están ahí. | |||
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Estamos sufriendo, desde hace meses, una amenaza invisible contra nuestra salud, y con la recuperación de la mayor crisis económica que hemos conocido. Todo es incierto, pero, los puentes y las fiestas perviven, tan frescas. Se encienden las luces navideñas. Dámaso Mondéjar Aráez te ofrece “Cuánto gasta tu ayuntamiento en las luces de Navidad. Consulta los datos”: https://www.lasexta.com/noticias/nacional/publicar-cuanto-dinero-gasta-ayuntamiento-luces-navidad-consulta-datos_202012015fc72c91dd004e0001e6d015.html Cito un ejemplo: “La capital ha gastado 3,17 millones de euros en el suministro, montaje y desmontaje de sus luces de Navidad; la ciudad condal apunta que su gasto asciende a los 1,7 millones de euros, mientras que Palma afirma que el presupuesto total en esta materia ha ascendido a los 1.445.000 euros”. El Instituto de Estudios Económicos anuncia que a partir del 8 de diciembre la administración tendrá las arcas vacías, que además estamos y seguiremos viviendo a crédito. Pero tod@s sabemos que la Inmaculada es la “Patrona” de la infantería y claro, son gastos para mantener la dignidad de la Nación. Esa dignidad también la mantiene la conmemoración de la Constitución. Son nuestras “Dignidades”; no tenemos liquidez para ayudar a l@s víctimas de la Covid. La OIT prevé una pérdida de doce millones de empleos, en el año, en Europa. Francamente, ¿alguien puede creer, en estos tiempos, que el hábito hace al monje?, No hay hábito, no hay monje; quedaran quienes cuelguen los hábitos. ¿Seremos capaces de hacerlo? |
Lo que voy a decir no se apoya -no lo pretende, además lo rechaza- en ningún argumento científico. Rechazo en general lo científico porque proviene, tal caudal de conocimiento, de la mente humana matemática, fajada y limitada, sobre todo no mente libre sino observante desde muchos filtros atascados de prejuicios.
No es ninguna novedad que vivimos en un tiempo donde el pulso de la coexistencia social parece haberse acelerado en una deriva incomprensible, enfrentándonos con la paradoja de una humanidad cada vez más próxima, sin que ello se traduzca necesariamente en la cercanía o comprensión mutua.
El filólogo humanista Noam Chomsky decía que “si no se está de acuerdo con una cuestión, el hecho de formular y escuchar críticas, forma parte de la convivencia, y así se espera que sea”. De este modo, Chomsky argumenta el derecho y obligación a ejercer la crítica como proceso para la construcción de la convivencia.
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