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En estos últimos días se han podido escuchar comentarios sobre las “pocas luces” de algunos malagueños que comparto

Menos iluminación y más luces

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En esta ciudad estamos muy acostumbrados a vivir en la calle. Aprovechando la bondad del clima a lo largo de todo el año, los malacitanos acostumbramos a deambular por las principales calles del centro, sea invierno o verano. Vivimos la feria veraniega, la Semana Santa primaveral o las Navidades invernales, en la zona histórica de la ciudad que todo lo celebra, callejeando.


Este desagradable año 2020 (bisiesto y siniestro) nos ha traído una desgraciada pandemia que está diezmando nuestra población. Cada día podemos leer como la maldita enfermedad encadena a muchos malagueños a los respiradores o, a los menos gracias a Dios, los hace engrosar la cifra de fallecidos.


Nuestro Ayuntamiento, con buen criterio, ha decidido continuar con la costumbre de llenar nuestras calles con un espectáculo de luz y sonido cada año más esplendoroso. Quizás en esta ocasión no se ha lucido especialmente, pero tampoco está el tiempo para muchos excesos. De todas formas ha presentado una calle Larios bellísima que no desmerece de las de los años anteriores.


Los malagueños se han pasado. Hemos podido ver dicha calle Larios atiborrada de paseantes que hacen caso omiso a las distancias de seguridad provocando situaciones peligrosas que pueden crear nuevos focos de contaminación.


Inmediatamente la chispa malagueña ha creado la frase con la que identifico este comentario. No es que haya que disminuir la iluminación, pero sí que tenemos que sacar a relucir esas “luces” que nos permiten ser consecuentes con nuestro innato sentido común. Espero que las autoridades decidan filtrar el acceso a calle Larios, de forma que todo el mundo pueda disfrutar de la iluminación, pero no todos juntos, a la vez.


Mi buena noticia de hoy se basa en que he podido sobrevivir al “Black Friday” (viernes negro) sin dejarme embaucar por unas rebajas ficticias diseñadas –como no- por la cultura americana. Ya nos han colado el Halloween, el Black Friday y, en cuanto puedan, nos endilgan el puñetero día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day, menuda palabrota).


Parece mentira que nos encontremos ante una generación que intenta cargarse lo más sagrado de nuestras tradiciones sustituyéndolas por fiestas consumistas y vacías de contenido positivo. Así que esperaré a las rebajas de enero para comprarme los calcetines y los jerseys de cada año. Y el pavo… para Navidad.


La buena noticia de verdad me la ha transmitido el villancico- mensaje navideño que ha grabado nuestra malagueña Diana Navarro en su videoclip “Brillará” htpps://youtu.be/Ul5jcEBarkw. Una auténtica maravilla. Véanlo y escúchenlo con detenimiento.

Por otra parte, apelo a que tengamos “más luces y menos iluminación”.

Menos iluminación y más luces

En estos últimos días se han podido escuchar comentarios sobre las “pocas luces” de algunos malagueños que comparto
Manuel Montes Cleries
lunes, 30 de noviembre de 2020, 17:54 h (CET)

En esta ciudad estamos muy acostumbrados a vivir en la calle. Aprovechando la bondad del clima a lo largo de todo el año, los malacitanos acostumbramos a deambular por las principales calles del centro, sea invierno o verano. Vivimos la feria veraniega, la Semana Santa primaveral o las Navidades invernales, en la zona histórica de la ciudad que todo lo celebra, callejeando.


Este desagradable año 2020 (bisiesto y siniestro) nos ha traído una desgraciada pandemia que está diezmando nuestra población. Cada día podemos leer como la maldita enfermedad encadena a muchos malagueños a los respiradores o, a los menos gracias a Dios, los hace engrosar la cifra de fallecidos.


Nuestro Ayuntamiento, con buen criterio, ha decidido continuar con la costumbre de llenar nuestras calles con un espectáculo de luz y sonido cada año más esplendoroso. Quizás en esta ocasión no se ha lucido especialmente, pero tampoco está el tiempo para muchos excesos. De todas formas ha presentado una calle Larios bellísima que no desmerece de las de los años anteriores.


Los malagueños se han pasado. Hemos podido ver dicha calle Larios atiborrada de paseantes que hacen caso omiso a las distancias de seguridad provocando situaciones peligrosas que pueden crear nuevos focos de contaminación.


Inmediatamente la chispa malagueña ha creado la frase con la que identifico este comentario. No es que haya que disminuir la iluminación, pero sí que tenemos que sacar a relucir esas “luces” que nos permiten ser consecuentes con nuestro innato sentido común. Espero que las autoridades decidan filtrar el acceso a calle Larios, de forma que todo el mundo pueda disfrutar de la iluminación, pero no todos juntos, a la vez.


Mi buena noticia de hoy se basa en que he podido sobrevivir al “Black Friday” (viernes negro) sin dejarme embaucar por unas rebajas ficticias diseñadas –como no- por la cultura americana. Ya nos han colado el Halloween, el Black Friday y, en cuanto puedan, nos endilgan el puñetero día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day, menuda palabrota).


Parece mentira que nos encontremos ante una generación que intenta cargarse lo más sagrado de nuestras tradiciones sustituyéndolas por fiestas consumistas y vacías de contenido positivo. Así que esperaré a las rebajas de enero para comprarme los calcetines y los jerseys de cada año. Y el pavo… para Navidad.


La buena noticia de verdad me la ha transmitido el villancico- mensaje navideño que ha grabado nuestra malagueña Diana Navarro en su videoclip “Brillará” htpps://youtu.be/Ul5jcEBarkw. Una auténtica maravilla. Véanlo y escúchenlo con detenimiento.

Por otra parte, apelo a que tengamos “más luces y menos iluminación”.

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