| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
No es infrecuente que Pedro Sánchez use un doble discurso. Por un lado lo que dice y por otro lo que hace o permite hacer. Mientras sus socios del Gobierno, con el tema del Rey emérito, se han echado al monte, lo correcto es poner orden en su casa y acabar con la evidente campaña de Podemos y la izquierda republicana y radical contra la monarquía. Pedro Sánchez debe acabar ya con las reiteradas faltas de lealtad institucional y de respeto que los representantes de Podemos están sembrando en las instituciones. Que el partido de Pablo Iglesias haya pedido que el Rey Felipe VI comparezca en el Congreso para explicar la marcha de su padre, o que Jaume Ausens, presidente del grupo parlamentario de Podemos, diga que don Juan Carlos estará pronto “en búsqueda y captura” no dejan de ser afirmaciones propias del género de la astracanada política.
Si a la incapacidad de Pedro Sánchez por controlar a sus socios de Gobierno, se le suma la pésima gestión ante la crisis de la pandemia, que cada día se agudiza más, los síntomas de decadencia e inoperancia no pueden ser más evidentes.
La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.
Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.
Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.
|