Del dicho al hecho hay un gran trecho, dice el refrán popular, y así se comprueba en las promesas electorales que se hacen para seducir a los votantes pero no para cumplirlas.
También lo podríamos invertir diciendo que entre el hecho y el dicho hay un entredicho, es decir una sospecha, referida a la manipulación del poder político sobre el covid-19: muchos gobiernos, especialmente el de España, no gestionan bien la pandemia (el hecho) pero nos cuentan su relato de lo bien que lo han hecho (el dicho). Y sus apoyos mediáticos quieren que los ciudadanos presten al relato un asentimiento cuasi religioso.
Crece el número y calidad de los expertos que advierten acerca de la manipulación a que estamos sometidos sin darnos cuenta. Todo esto tiene graves consecuencias en las libertades principales como: libertad religiosa, libertad de educación, libertad de expresión, libertad de información, o libertad de elección. La primera condición para superar la manipulación es conocerla y desarrollar el pensamiento crítico.
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