En el Día mundial contra la Trata, las cifras de víctimas de este delito no cesan de aumentar, aún en tiempos de pandemia. La pobreza, ser mujer en un país con abundante población joven, elevadas tasas de desempleo y de abandono escolar, ser menor de edad y carecer de apoyo familiar son algunos de los factores de riesgo más comunes que la favorecen. La mayor parte de las víctimas de Trata son mujeres que nutren las redes internacionales de explotación sexual. Este negocio, altamente lucrativo, ha adquirido en el sudeste asiático cifras hasta ahora desconocidas. Países como Laos, Myanmar y Tailandia se han convertido en exportadores de mujeres jóvenes para satisfacer la voracidad del mercado de la prostitución o de los matrimonios forzosos. China, recuerdan la política del hijo único y varón que se siguió en este país, es uno de los principales destinos de estas mujeres.
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