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¿Por qué Rusia ayuda a Irán a convertirse en potencia nuclear?

RIA Novosti
Redacción
jueves, 11 de enero de 2007, 13:49 h (CET)
Los cimientos de la cooperación nuclear entre Irán y Rusia habían sido echados en junio de 1989, cuando había cumplido una visita oficial a Moscú el presidente del parlamento iraní Ali Akbar Hashemi Rafsanjani.

Fue recibido por los dirigentes de la Unión Soviética, incluido Mijail Gorbachov, y al término de la visita las partes firmaron dos documentos que sentaron las bases de las futuras relaciones bilaterales: la Declaración sobre los principios de relaciones y cooperación amistosa entre la URSS y la República Islámica de Irán, y el Programa de cooperación económico-comercial y científico-técnica a largo plazo, ambos documentos para el período de hasta 2000. Este último fue el que trazó las vertientes del desarrollo de las relaciones soviético-iraníes y, más tarde, ruso-iraníes. Incluía cláusulas sobre la aspiración de los dos países a cooperar en los sectores de energía, gas, transporte y en el aprovechamiento de la energía atómica con fines pacíficos. A principios de los 90 las partes habían negociado los detalles del contrato para la construcción de una planta nuclear en Irán, y en 1992 quedó suscrito el convenio 'Del uso de la energía nuclear con fines pacíficos', en el cual se enumeraban los principios de colaboración en el uso civil de la energía atómica.
Dichos principios consistían en que todos los materiales nucleares y no nucleares, así como las instalaciones construidas a partir de los mismos, no serían utilizados para crear armamento nuclear u otros artefactos explosivos nucleares, ni aprovechados con fines militares, y que estarían bajo las garantías del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) durante todo el período de su utilización. De manera que los principales aspectos de la colaboración fueron la construcción y explotación de los reactores nucleares y la formación de especialistas iraníes.
Durante largo tiempo, Rusia e Irán no lograban ponerse de acuerdo sobre el lugar de las obras. La parte iraní deseaba que el grupo generador quedara instalado en la parte norte del país, pero los trabajos de prospección geológica habían revelado que la magnitud de los seísmos en aquella zona podía alcanzar 9 grados en la escala de Richter. Entre tanto, los reactores rusos eran calculados para una magnitud de hasta 8 grados, y ese aspecto complicaba las cosas. Se necesitaría entonces incurrir en considerables gastos para modificar los reactores y las instalaciones de servicio.
A finales de septiembre de 1994, Rusia e Irán concordaron las cláusulas del contrato según el que sería ultimado el montaje del grupo generador de la central nuclear en Bushire, obra iniciada por especialistas alemanes. Como resultado, el 5 de enero de 1995 en Teherán fueron suscritos el Contrato para la terminación del montaje del primer grupo generador de la planta nuclear en Bushire, y el Protocolo de las conversaciones entre el ministro de Energía Nuclear de Rusia, V. Mijailov, y el vicepresidente de Irán y responsable del organismo iraní de energía atómica, M. Amrolahi.
Desde ese momento ya se puede hablar del inicio de una cooperación nuclear real entre Rusia e Irán, que para la fecha lleva más de diez años. Vale señalar que el contrato ruso-iraní había correspondido plenamente a las normas internacionales del OIEA. Irán había firmado aún en 1970 el Tratado de No Proliferación Nuclear y, además, en febrero de 1992 había autorizado a los inspectores internacionales inspeccionar cualesquiera instalaciones nucleares en el territorio iraní.
Tras haber firmado en 1997 el Protocolo Adicional al acuerdo sobre garantías del OIEA, Teherán había dado otro paso para convencer a la comunidad internacional de que el programa nuclear iraní era de carácter civil.
A pesar de que Rusia se comprometía, según el contrato, a terminar la edificación de la central de Bushire, en realidad debía construir una instalación nueva. El hecho es que el grupo generador -el que había empezado a montar Alemania- fue bombardeado varias veces durante la guerra irano-iraquí y estaba medio derruido. Fue calculado que el costo de la construcción del grupo generador oscilaba entre 800 y 1.000 millones de dólares. Por la parte rusa, en la ejecución del proyecto participaron 300 empresas. En el futuro se proyectaba firmar contratos para la construcción de tres reactores más. En este caso la suma se ubicaría, según distintas estimaciones, entre 5 y 8 mil millones de dólares. El contrato entró en vigor el 12 de enero de 1996 habiéndose comprometido Rusia a ultimar el montaje del grupo generador en Bushire en 55 meses.
El 24 de agosto de 1995, Moscú y Teherán concertaron el contrato sobre los suministros del combustible nuclear ruso para la central de Bushire: desde 2001 hasta 2011 se suministraría combustible por un valor de 30 millones de dólares anuales. Sin embargo, Irán no lo ha recibido hasta hoy debido a que durante largo tiempo se negaba a firmar el protocolo sobre la devolución del combustible nuclear usado a Rusia, y también, por la demora con la construcción de la propia planta. El problema de la devolución del material usado ha sido el más espinoso en las relaciones nucleares ruso-iraníes. Los avances se produjeron con la llegada al poder de Vladimir Putin, quien a partir de 2004 se encargó de supervisar la colaboración nuclear junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y con la mediación del Ministerio de Defensa. En cuanto al Ministerio de Energía Atómica, que es el que había llevado antes esos asuntos, pasó a desempeñar unas funciones limitadas.
La situación del combustible nuclear quedó aclarada sólo a mediados de febrero de 2005, cuando visitó Moscú el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Hassan Rouhani. Según afirmó, los acuerdos sobre los suministros del combustible nuclear ruso serían sellados a finales de febrero de 2005 durante la visita a Teherán del director de la Agencia Federal de Energía Atómica, Alexander Rumiantsev. La visita comenzó el 26 de febrero de 2005 y al día siguiente las partes suscribieron todos los documentos necesarios en la zona de las obras, en Bushire. En lo que se refiere a las demoras con la edificación de la central, las causas han sido de carácter económico y tecnológico. Según las últimas informaciones, la central sería entregada a principios de 2007. Durante un tiempo, Rusia e Irán habían negociado la creación en territorio ruso de una empresa mixta dedicada al enriquecimiento de uranio, pero finalmente Teherán declinó esa iniciativa rusa.

Una de las principales características de la cooperación nuclear establecida entre los dos países consiste en que la participación de Rusia en la ejecución de proyectos en el territorio de Irán -incluido el montaje de reactores nucleares- respeta los principios del Derecho Internacional y no infringe el régimen de no proliferación de armas nucleares.

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RIA Novosti es la agencia rusa de información líder en el mundo.

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