El Gobierno de la Generalitat no pierde ninguna oportunidad. Desde que se decretó el estado de alarma, y a medida que las cifras de contagios y fallecidos en Cataluña iban aumentando, los responsables políticos del Gobierno autonómico catalán han recurrido al mito de la independencia como refugio en el que ocultarse.
Las declaraciones del Presidente Torra a la BBC, la falta de pudor del Consejero de Interior al referirse al número de mascarillas recibidas en Cataluña o la última intervención de la Consejera Budó son solo algunas de las muestras de una clase política incapaz de gobernar el aquí y ahora. En una Cataluña independiente, ha dicho la Consejera de Presidencia, no habría habido tantos muertos. Habrá que recordar a la Señora Budó que quince días antes del Estado de Alarma, cuando ella viajaba a Perpiñán para agasajar a Puigdemont, su Gobierno no pensaba, ni por asomo, en ningún cierre de fronteras.
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