CUMPLE años la Constitución fácticamente derogada en muchos de sus principios, bastantes de sus artículos y todo su espíritu conciliador por este Gobierno que juró guardarla y hacerla guardar hace ahora treinta meses.
Y no pasa nada. Todo el mundo la festeja, brindando con la copa de la hipocresía. Bueno, todo el mundo, menos los secesionistas, que se dedican arriar banderas y a preguntarse mutuamente la hora autonómica. Claro que el año pasado fue peor: entonces un partido gobernante se dedicó a arrancar públicamente sus páginas. Y este curso sigue gobernando, con los mismos perjuros asociados.
Tampoco los comunistas respetan los símbolos constitucionales: no van a las celebraciones rojigualdas como la de la Plaza de Colón el día 6, sino que se aferran a sus enseñas preconstitucionales y prefranquistas tricolores, que ya hay que ser casposos y nostálgicos para ser aún más rancios que Paco.
A un Estado residual, ha de corresponderle una Constitución descompuesta, lógicamente. Pero lo celebran... Aunque poco. Más bien parecía un sepelio. Como si la efeméride oliera a difunto...
Ni los líderes se miraron a la cara, ni los “padres de la patria” constitucionales se dejaron ver junto al cadáver. Hasta Leopoldo Calvo Sotelo parecía un fantasma salido ya no se sabe bien de qué época.
Y a todo esto ZPerjuro anuncia nuevas andanadas contraconstitucionales. A favor de la ETA, en cuanto Batasuna quiera. Contra la Iglesia, que ya se sabe que son los demonios de la película.
¿Y a todo esto, el PP qué? Pues el PP nada. Está Mariano, que ese sí que es de concepción inmaculada. De momento, ya le ha superado en intención de voto “Ciutadans” de Cataluña” para las próximas elecciones. Pero Sosoy sigue confiando en el insípido Piqué, que le garantiza la marginalidad en los siguientes comicios.
POSDATA: Señor Sosoy, ¿no le sugiere nada el acrónimo del título? ZPerjuro, ZPerjuro... Pues desde luego, es bastante mejor que lo del “bobo solemne”. Además de mucho más verdadero y exacto, porque yo tengo claro hace mucho que el bobo vulgar es usted.