Demasiado tiempo llevaba la autodenominada ‘izquierda abertzale’ sin liderar la oposición a algún gran proyecto de desarrollo en Euskadi. Queda en la memoria el triunfo parcial en sus reivindicaciones con el cambio de trazado de la autovía de Leizaran y más aún la paralización del la construcción de la central nuclear vizcaína de Lemoiz, con algún asesinato de ETA de por medio.
Sería ciertamente irrisorio, si no estuviera por detrás latente la amenaza asesina de ETA, la lectura que hacen del proyecto de Tren de Alta Velocidad – la denominada Y Vasca, que si nadie lo remedia, vertebrará las principales ciudades vascas, desde Bilbao a Vitoria y a Irún, con un enlace a Vera de Bidasoa.
Resulta que en su opinión el proyecto de este tren busca “imponer el capitalismo globalizador, eliminar la cultura propia, dominar a los ciudadanos vascos y enriquecer a unos pocos”. Acusa además a PNV y PSOE de querer “una Euskal Herria unida a España y Francia, que se convertiría en un nuevo impedimento para poder desarrollar nuestro proyecto independentista y socialista”. La paranoia batasuna no se queda ahí y acaba acusando al PNV de haber optado “por la vía de la imposición y de pactar con el enemigo el futuro del pueblo vasco, en lugar de dar la palabra a los ciudadanos”.
Por supuesto, acusan abiertamente a jeltzales y socialistas de haber paralizado el proceso de paz.
Es increíble la ceguera política y el dogmatismo antidemócrata de esta gente.
Así que, aviso para navegantes. Batasuna y todas sus organizaciones afines tienen como objetivo claro”crear contradicciones” y hacer todo lo posible - con lo que eso puede significar viniendo de quien viene - por paralizar el tren “porque la voluntad del pueblo no ha sido respetada”.
Si de estos gudaris y sabios estrategas políticos hubiera dependido, Euskadi sería hoy una versión bis de Albania o de la ex República Democrática de Alemania. Nuestras comunicaciones hoy consistirían en la txalaparta y los irrintzis desde lo alto de los montes. Las empresas serían todas cooperativas colectivas y apenas habría propiedad privada en los medios de producción. Ni Mao lo habría mejorado.
Y claro, poder ir de Bilbao a Donosti en 38 minutos o de Donosti a Vitoria en 34 desvertebra el país y es venderse al capital extranjero ... ver para creer. Este proyecto además enlazará si todo va bien con el TGV, que conecta directamente con París. Quien quiera ver fantasmas, que los busque en otro sitio.
Para los iluminados liberticidas de siempre, cuanto más primitivos, más genuinos, cuanto más aislados, mejor, lejos de cualquier contaminación extranjera, española, francesa o capitalista, venga de donde venga...
¿Acaso están ciegos ante el florecer del desarrollo comercial, social y cultural que ha supuesto en todos los aspectos para Euskadi proyectos como el Guggenheim, el Superpuerto de Bilbao o el Festival de Cine de San Sebastián, por poner algunos ejemplos?
Qué cancer, Señor. Parece que se está acabando la violencia y la barbarie etarra, con la inmensa generosidad y mano tendida de la mayoría de la sociedad, y rebrota la lacra una y otra vez.
Firmeza y a seguir construyendo país.