Este año Freixenet, empresa puntera en el mundo del cava, celebra cien años, el tango habla de que veinte años no son nada, Freixenet ya lleva unos cuantos años, ya anda celebrando el centenario y quienes llegan a tan longeva edad, sean personas o una empresa como en este caso, han marcado un hito digno de ser celebrado por todo lo alto en ambiente festivo, con alegría, con sonrisas y con muchos burbujeantes brindis además de con mucha solidaridad y mucha vida.
Las botellas de cava guardan en su interior una vida alegre, llena de burbujas siempre festivas andando de arriba abajo sin parar un solo momento, por eso a lo largo de la historia de las celebraciones siempre aparece una botella de cava, e incluso en más de una ocasión se trata de botellas creadas expresamente para una celebración concreta y especial. Antes de ir a parar, una vez libado su contenido, al contenedor de vidrio o a la repisa de alguna estantería donde su presencia hará perdurar el recuerdo de una determinada fiesta o acontecimiento las botellas de cava han tenido una vida tranquila y alegre, primero en la calma de las oscuras cavas donde manos expertas las han estado mimando durante el tiempo necesario para que su alma se convierta en las doradas o rosadas burbujas que alegrarán fiestas y eventos, y luego han ido de mesa en mesa alegrando, con su contenido, la vida a quienes celebraban cualquier cosa a su alrededor.
Freixenet, junto con
FEAPS (Confederación Española de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo) de
Aragón, ha organizado una exposición de 100 botellas del cava centenario que han sido decoradas expresamente para la celebración de los 100 años por 100 artistas, exposición que, además de en
Zaragoza, también estará presente en
Catalunya,
Navarra,
Cantabria y
Euskadi.
Esta original exposición se inauguró el pasado mes de febrero en
Zaragoza y después ha pasado por el
Centro Cultural El Matadero de
Huesca, también en
Barcelona se pudo admirar en el stand del grupo
Freixenet durante la celebración de
Alimentaria 2014 y en el
Shopping Resort Puerto Venecia en
Zaragoza.
Ahora estas artísticas botellas continúan su viaje por
España. Estarán en
Pamplona, en las cavas
Freixenet de
Sant Sadurní D’Anoia, en
Santander y en
Bilbao para acabar donde comenzó, en
Zaragoza, con la entrega a
FEAPS- Aragón del importe obtenido con la venta de las ampollas.
Estas 100 botellas de cava
Freixenet han sido vestidas por conocidos artistas del mundo de la pintura, de la escultura, la fotografía, el diseño gráfico y la arquitectura. Se venden a 150 euros cada una y, como hemos dicho, la recaudación de la venta de estas botellas convertidas en obras de arte servirá para ayudar solidariamente a las obras sociales de
FEAPS-Aragón.
Cien obras de arte que llegan de la mano de cien afamados artistas para una empresa que celebra cien años y espera ya volver a celebrar los doscientos así, sucesivamente, con arte, con mucho trabajo y con esas burbujas juguetonas que a tantos dan sabor en esta vida tan cotidiana.