El Gobierno nicaragüense ha dado por muertos a los siete mineros
que permanecían atrapados en la mina 'El Comal', en el norte de
Nicaragua, después de que el pasado jueves un deslizamiento de tierra
provocara el derrumbe de la mina de oro en cuyo interior se encontraban
29 trabajadores.
Los equipos de rescate habían logrado salvar la vida de 22 mineros y
hasta ahora continuaban las tareas de búsqueda para encontrar a los otros
siete. La primera dama y portavoz oficial del Gobierno, Rosario Murillo, ha
informado de la decisión de suspender las labores de rescate por los
constantes derrumbes y las condiciones extremas que ponen en peligro la seguridad.
La portavoz ha indicado que hasta este lunes se mantenían las esperanzas de encontrar al
grupo, pero que "no se pudo" y que hay que "aceptarlo". "El dolor es profundo y nosotros lo entendemos, lo sentimos, lo compartimos", ha manifestado en un gesto de
solidaridad con las familias de las víctimas.
Murillo ha reiterado que las condiciones de trabajo "eran de peligro y difíciles" por las
altas temperaturas, los niveles de humedad y los nuevos corrimientos y que "se libró la lucha
en esas condiciones hasta que fue imposible" porque el ambiente es "totalmente
inestable y sofocante" para el personal de rescate y los mineros que sumaron a la
búsqueda.
El derrumbe se produjo la madrugada del jueves en la montaña El Comal, a cuatro
kilómetros de la mina en Bonanza. La mina había sido gravemente afectada por las
lluvias estacionales en el pasado, según ha añadido la compañía. De hecho, hace solo dos
meses otro deslizamiento de tierra le costó la vida a otros dos mineros.
Julio Quintero, jefe de la compañía minera nicaragüense Hemco, filial de la firma
colombiana Mineros SA, explicó tras el derrumbe que la mina en el proyecto Bonanza,
ubicada a unos 420 kilómetros al noreste de Managua, fue cerrada hace
aproximadamente cuatro años después de que se considerase insegura.
Sin embargo, los mineros continuaron trabajando pese a las órdenes de la empresa,
y Quintero aseguró que Hemco continuó comprándoles minerales hasta la semana
pasada. La minería informal es legal en el empobrecido país centroamericano, donde
sirve como una vía para que más personas se beneficien de la industria.