Dijo Ezra Pound que gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantiene a la población en vilo, y es lo que ha venido sucediendo con las medidas adoptadas por el actual gobierno de Paraguay, salpicado por referentes del inepto y fracasado sector privado del país.
Una de sus primeras medidas fue publicar los salarios de los empleados públicos, con la intención de escandalizar a los ciudadanos con los altos sueldos y poder reducirlos. El plan denotaba la mentalidad empresarial de que pagar bajos sueldos es lo más saludable para cualquier administración, y que los recortes son siempre positivos. Sin embargo, la idea tuvo efecto contrario, dado que varios gremios se encuentran ahora en conflicto con el gobierno, pidiendo aumento de salarios, y la salida de varios ministros del poder ejecutivo.
En este contexto, el diputado Óscar Tuma sostuvo que algunos ministros fallaron a Horacio Cartes en su primer año de mandato, por lo que consideró que ya deben registrarse cambios en el gabinete.
El diputado colorado Óscar Tuma opinó sobre la situación actual del Gobierno de Horacio Cartes, en específico de su “selección nacional”.
“Yo creo que el presidente confió en algunas personas, me parece bien, conforme al curriculum y a la experiencia de los trabajos que tuvieron en el sector privado, pero dentro de un año muchos no dieron el resultado esperado”, indicó.
Señaló que la paciencia ya se agotó e indicó que es hora que terminen las promesas. “Se deben dar cambios para por lo menos lograr esas esperanzas en la ciudadanía, que el que viene va a traer los resultados que se esperan”, agregó.
El legislador colorado prefirió no dar nombres de los secretarios de Estado que deben ser destituidos, pero han sido constantes sus críticas a la falta de seguridad y a la administración del Instituto de Previsión Social que encabeza Hugo Royg.
Tuma también ha pedido responsabilidad de los entes del estado en el cumplimiento de sus obligaciones, dado que no se puede exigir al ciudadano cumplimientos si el mismo gobierno no es capaz de satisfacer las necesidades.
En ese sentido, pidió la suspensión de la Inspección Técnica Vehicular hasta que las municipalidades pongan en condiciones las vías públicas por donde circulan los rodados. En la misma tesitura, solicitó que se posponga el control de matrículas de automóviles mientras los organismos correspondientes no puedan satisfacer la demanda de expedición de patentes.
En ese contexto, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un proyecto de ley que pretende suspender por 120 días la Ley Nº 5236/14. Fue a fin de que “el ciudadano cuente con mayores vías para poder acudir a inspeccionar su rodado a fin de obtener la patente y la matrícula”, ya que el Registro del Automotor se vio rebasado, afirmó el diputado proyectista Óscar Tuma.
Los controles a los rodados sin matrícula o con chapa provisoria vencida debían empezar el próximo 8 de setiembre. Sin embargo, las filas en la planta verificadora del Registro Automotor siguen siendo interminables por el deseo de los ciudadanos de estar en regla.
En tanto, el Senado debe aprobar el proyecto de forma urgente, ya que la idea es que los 120 días de suspensión terminen en diciembre, según lo explicó a los medios el diputado Tuma.
“Estamos facilitando a la institución (el Registro del Automotor) de que pueda generar un llamado de forma ordenada al ciudadano y que no vuelva a ocurrir eso, faltando 30 días del plazo”, refirió el legislador al señalar el colapso que causó la masiva cantidad de automóviles para ser inspeccionados, tras haber entrado en vigencia la Ley Nº 5236.
En definitiva, la falta de resultados del gobierno de Cartes ha desnudado las improvisaciones e incapacidad de aplicar las fórmulas del éxito privado a la administración pública.
Alguna vez observó Voltaire que debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo. La caterva de improvisados vendedores de gaseosas y cigarrillos que el presidente Cartes ha encumbrado a la administración del gobierno, es un buen ejemplo de ello.