LA MAL LLAMADA Castilla-La Mancha, continúa reformando su mal remedo de algo parecido a un Estatuto, pero me temo que finalmente siga siendo tan inconstitucional como lo ha sido siempre, aunque ni PP ni PSOE sepan corregir la incoherencia e incontitucionalidad autonómica que arrastra desde el inicio.
El artículo 143 de la Constitución exige a las provincias que quieran acceder a la autonomía la posesión de "características históricas y culturales comunes"... Yo les retaría a ambos partidos a que definieran en el Preámbulo de su Estatuto cuáles son esas "características comunes" de todas estas provincias.... y, si las hallan, como exige la Constitución para ser UNA región, que nos expliquen por qué el nombre de la autonomía es doble... Y si, por el contrario, se trata de DOS entidades distintas, entonces tendrían que explicar por qué las agrupan en una.
Yo creo que sí existen esas "características históricas y culturales comunes", pero que son las generales de Castilla o, más concretamente, las de Castilla la Nueva, nombre que ya era histórico en la Edad Media para designar a la submeseta sur, y en la cual la Mancha no es sino una más de sus veintitantas comarcas o regiones geográficas, que no históricas ni políticas.
Me parece tan absurdo hablar de "Castilla-La Mancha" como los sería hablar de "Castilla-La Alcarria", "Castilla-La Sagra", "Castilla-La Jara", "Castilla-Los Montes de Toledo", "Castilla-El Valle del Alberche" o "Castilla-La Sierra de Alcaraz", por citar otras comarcas que también se extienden a lo largo de dos o más provincias
Por el contrario si PP o PSOE creen que la comarca manchega cumple los requisitos exigidos por la Constitución deberían explicarnos cuáles son, si pueden hacerlo, porque, en realidad, hasta en la provincia de Ciudad Real hay muchas comarcas que no son manchegas.
En el fondo, el problema que subyace aquí es la necesidad de no ver a Castilla que tienen PSOE y PP, la castellanofobia o autoodio de ambos partidos, como dicen por otros sitios, sólo que aquí a cargo de los propios gobernantes.
El PP necesita no ver a Castilla por su idea abstracta de España, que ha tomado -al parecer, del aire- las características castellanas, sin fijarse de dónde vienen. Lo cual requiere anular a la Castilla real.
EL PSOE tampoco ve a Castilla, en parte por lo anterior y, en parte, porque arrastra una visión antiespañola de los nacionalismos periféricos. De manera que el PSOE a Castilla, además de no verla, si puede la desbarata, de paso.
POSDATA: Por el bien propio de Castilla, y por el bien de España, PP y PSOE, deberían empezar a ver y respetar a Castilla. De lo contrario, así seguirá España: destruyéndose por exceso de ficciones en otras partes y destruida por defecto de realidades en las autonomías castellanas.