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Nace una nueva política

Bofetada al bipartidismo

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Los analistas políticos y los cátedros de las Facultades de Política y Sociología tendrán que anotar en sus calendarios y agendas la fecha del 25 de Mayo de 2014 con letras mayúsculas. El pasado domingo ha marcado un hito en la política, no sólo en la española sino también en la del resto de países de la Unión Europea. Cuando a las once de la noche se pudieron conocer los resultados oficiales de las votaciones para elegir a los eurodiputados del próximo quinquenio se pudo comprobar que la vieja Europa había dado un salto, un peligroso salto hacia la extrema derecha con la, entre otras cuestiones importantes y preocupantes, aparición de un diputado neonazi en Alemania y la victoria con un 25 % de los votos de la xenófoba y anti europeísta Marie Le Pen en Francia, un país que lleva tiempo arrinconando aquel viejo lema de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

De todo ello ya nada les queda a los franceses inmersos, también, en una preocupante quiebra de valores que ha hecho que la bolsa de votos de la casi fascista Le Pen se llene con las papeletas de miles de jóvenes menores de 35 años que no ven en su horizonte ninguna muestra de esperanza para salir del paro y la pobreza y que echan la culpa de ello a la emigración sin recordar que la mayoría de ellos son hijos y nietos de una emigración, especialmente magrebí, que fue acogida con amor y esperanza por el pueblo francés.

En clave española podemos congratularnos que los extremistas de VOX envueltos en la bandera rojigualda del rancio nacionalismo español no cosecharan ningún éxito ya que el PP cubre todo el espectro de ese voto que va desde la derecha hasta la extrema derecha más extremista como VOX. Aquí el resultado de la votación europea ha sorprendido primero por la pérdida de más de cinco millones de votos por los partidos hegemónicos, PP y PSOE han dejado de interesar a millones de ciudadanos que han decantado su voto a otras opciones o han decidido quedarse en casa, cosa nada extraña en elecciones europeas. La noche del domingo en los dos partidos mayoritarios había caras largas y sensación de derrota, no esperaban que el pueblo les diera la espalda y con ello demostraron que sus analistas equivocaron su praxis y siguieron pensando que podían continuar repartiendo el voto mayoritario entre ellos. Craso error que en los cuarteles del puño abierto y la rosa ajada ya ha tenido consecuencias con el anuncio de la decisión de Rubalcaba de dejar la dirección del partido en manos de una nueva ejecutiva que saldrá de un Congreso extraordinario este verano. En los nidos de la gaviota carroñera y azulona del PP nada ha variado de puertas afuera, siguen sacando pecho y volteando las campanas para anunciar que han ganado las elecciones ocultando la pérdida de más de dos millones de votos. Siguen enrocados en la mentira y la ocultación amparados por los medios de comunicación estatales y por la miserable y rastrera ayuda de la Brunete Mediática con ABC, La Razón y El Mundo al frente.

A nivel estatal estas elecciones han servido para bautizar en el ámbito político a una nueva formación con el sugestivo nombre de PODEMOS. Su líder y cara visible hasta el momento es un profesor y tertuliano llamado, qué casualidad, Pablo Iglesias, que ha paseado palmito, verborrea, con todos mis respetos, y posible programa político por diversos platós televisivos. Con tan sólo 150.000 euros ha hecho la campaña, el resto se lo han pagado en especie las televisiones del editor Lara y del hombre de Berlusconi en España, Paolo Vasile. No es ninguna crítica, es simplemente una constatación de una realidad, una realidad que le ha hecho llegar a muchas más personas que con la simple y aburrida propaganda electoral de siempre y de todos los partidos. PODEMOS hoy tiene cinco eurodiputados, ante la sorpresa de todos, y sólo les deseo que sean coherentes con lo que han afirmado y toda la suerte del mundo para que puedan llevar adelante su trabajo a pesar de las incoherencias que les vendrán encima como por ejemplo llevar de tercero en las listas al fiscal Villarejo, enemigo acérrimo del nacionalismo catalán que dejo las filas de ICV para pasar a engrosar las huestes PabloIglesianas por discrepancias en el derecho a decidir afirmado por ICV, y ahora se encuentra con que en el programa de PODEMOS también se defiende este derecho. O con la incongruencia de aceptar en sus filas al alcalde de un pueblo de la comarca de la Ribera valenciana que ha dejado EU para pasarse a PODEMOS, ¿aceptarán un tránsfuga ellos que tanto predican la honradez política? Ahora ha llegado la hora de pasar del “podemos” al “sabemos” para demostrar que los miles de votantes que les han llevado a Europa no se han engañado a pesar de que la mayoría de ellos no leyeron nunca el programa.

Catalunya merece un apartado especial. En tierras catalanas las elecciones al Parlamento europeo han servido para mostrar al resto del mundo que los catalanes quieren votar y con su votación elegir libremente qué quieren ser. El PSC y el Partido Popular se han hundido en estos comicios y se han quedado sin sangre en las venas después de la evidente sangría que ha supuesto la enorme pérdida de votos que han sufrido en estas votaciones. La suma de los votos de los partidos que están a favor de poder votar el derecho a decidir suman un 60 % de los votos catalanes en estas elecciones, los unionistas o nacionalistas españoles como a mí me gusta denominarles han perdido en toda regla, el PSC siempre ganador en este tipo de elecciones ha perdido la hegemonía y miles de votos y el Partido Popular ha descendido hasta el quinto puesto como fuerza política en Catalunya. La participación ha crecido en más de 10 puntos sobre la de hace cinco años y con un 47,60 % se sitúa por encima de la cifra española y de la media europea. En estas elecciones los catalanes han dicho a Europa “We Want to vote”, queremos votar el 9-N y lo han dicho en unas elecciones al Parlamento europeo mostrando su firme decisión de seguir siendo parte de esa Europa que, por desgracia, hoy está de capa caída y abocada al populismo y la extrema derecha. ERC ha ganado las elecciones, no ganaba unas elecciones desde 1936 y CiU ha sido segundo fuerza pese a haber aumentado sus votos. En Catalunya el voto soberanista es cada vez más importante.

En España la ciudadanía ha expresado su negativa al bipartidismo, ha dicho no, un no rotundo y en voz alta, a una manera de hacer política que todos habían acatado desde la denominada Transición, que tan sólo fue un pacto para que todo siguiera igual en las filas de la derecha franquista y para que una parte de la oposición recolocara sus peones en los puestos de decisión y poder y así seguir todo igual, sin cambios importantes. Hoy la gente ya está harta, no se conforma con las migajas que el capitalismo, magnánimamente, le quiere dar y lo expresa en la calle y en las urnas. Como cantaba Ovidi Montllor “ja no ens alimenten molles, ja volem el pà sencer” ( ya no nos alimentan migajas, ya queremos el pan entero). Espero que en las próximas elecciones municipales, generales y autonómicas las cosas sigan todavía más claras que ahora entre los votantes y las papeletas de votación jubilen definitivamente a tanto político inútil, y más de una vez trincones, como los que hemos tenido que sufrir la mayoría de las veces.

Bofetada al bipartidismo

Nace una nueva política
Rafa Esteve-Casanova
sábado, 31 de mayo de 2014, 13:04 h (CET)
Los analistas políticos y los cátedros de las Facultades de Política y Sociología tendrán que anotar en sus calendarios y agendas la fecha del 25 de Mayo de 2014 con letras mayúsculas. El pasado domingo ha marcado un hito en la política, no sólo en la española sino también en la del resto de países de la Unión Europea. Cuando a las once de la noche se pudieron conocer los resultados oficiales de las votaciones para elegir a los eurodiputados del próximo quinquenio se pudo comprobar que la vieja Europa había dado un salto, un peligroso salto hacia la extrema derecha con la, entre otras cuestiones importantes y preocupantes, aparición de un diputado neonazi en Alemania y la victoria con un 25 % de los votos de la xenófoba y anti europeísta Marie Le Pen en Francia, un país que lleva tiempo arrinconando aquel viejo lema de la libertad, la igualdad y la fraternidad.

De todo ello ya nada les queda a los franceses inmersos, también, en una preocupante quiebra de valores que ha hecho que la bolsa de votos de la casi fascista Le Pen se llene con las papeletas de miles de jóvenes menores de 35 años que no ven en su horizonte ninguna muestra de esperanza para salir del paro y la pobreza y que echan la culpa de ello a la emigración sin recordar que la mayoría de ellos son hijos y nietos de una emigración, especialmente magrebí, que fue acogida con amor y esperanza por el pueblo francés.

En clave española podemos congratularnos que los extremistas de VOX envueltos en la bandera rojigualda del rancio nacionalismo español no cosecharan ningún éxito ya que el PP cubre todo el espectro de ese voto que va desde la derecha hasta la extrema derecha más extremista como VOX. Aquí el resultado de la votación europea ha sorprendido primero por la pérdida de más de cinco millones de votos por los partidos hegemónicos, PP y PSOE han dejado de interesar a millones de ciudadanos que han decantado su voto a otras opciones o han decidido quedarse en casa, cosa nada extraña en elecciones europeas. La noche del domingo en los dos partidos mayoritarios había caras largas y sensación de derrota, no esperaban que el pueblo les diera la espalda y con ello demostraron que sus analistas equivocaron su praxis y siguieron pensando que podían continuar repartiendo el voto mayoritario entre ellos. Craso error que en los cuarteles del puño abierto y la rosa ajada ya ha tenido consecuencias con el anuncio de la decisión de Rubalcaba de dejar la dirección del partido en manos de una nueva ejecutiva que saldrá de un Congreso extraordinario este verano. En los nidos de la gaviota carroñera y azulona del PP nada ha variado de puertas afuera, siguen sacando pecho y volteando las campanas para anunciar que han ganado las elecciones ocultando la pérdida de más de dos millones de votos. Siguen enrocados en la mentira y la ocultación amparados por los medios de comunicación estatales y por la miserable y rastrera ayuda de la Brunete Mediática con ABC, La Razón y El Mundo al frente.

A nivel estatal estas elecciones han servido para bautizar en el ámbito político a una nueva formación con el sugestivo nombre de PODEMOS. Su líder y cara visible hasta el momento es un profesor y tertuliano llamado, qué casualidad, Pablo Iglesias, que ha paseado palmito, verborrea, con todos mis respetos, y posible programa político por diversos platós televisivos. Con tan sólo 150.000 euros ha hecho la campaña, el resto se lo han pagado en especie las televisiones del editor Lara y del hombre de Berlusconi en España, Paolo Vasile. No es ninguna crítica, es simplemente una constatación de una realidad, una realidad que le ha hecho llegar a muchas más personas que con la simple y aburrida propaganda electoral de siempre y de todos los partidos. PODEMOS hoy tiene cinco eurodiputados, ante la sorpresa de todos, y sólo les deseo que sean coherentes con lo que han afirmado y toda la suerte del mundo para que puedan llevar adelante su trabajo a pesar de las incoherencias que les vendrán encima como por ejemplo llevar de tercero en las listas al fiscal Villarejo, enemigo acérrimo del nacionalismo catalán que dejo las filas de ICV para pasar a engrosar las huestes PabloIglesianas por discrepancias en el derecho a decidir afirmado por ICV, y ahora se encuentra con que en el programa de PODEMOS también se defiende este derecho. O con la incongruencia de aceptar en sus filas al alcalde de un pueblo de la comarca de la Ribera valenciana que ha dejado EU para pasarse a PODEMOS, ¿aceptarán un tránsfuga ellos que tanto predican la honradez política? Ahora ha llegado la hora de pasar del “podemos” al “sabemos” para demostrar que los miles de votantes que les han llevado a Europa no se han engañado a pesar de que la mayoría de ellos no leyeron nunca el programa.

Catalunya merece un apartado especial. En tierras catalanas las elecciones al Parlamento europeo han servido para mostrar al resto del mundo que los catalanes quieren votar y con su votación elegir libremente qué quieren ser. El PSC y el Partido Popular se han hundido en estos comicios y se han quedado sin sangre en las venas después de la evidente sangría que ha supuesto la enorme pérdida de votos que han sufrido en estas votaciones. La suma de los votos de los partidos que están a favor de poder votar el derecho a decidir suman un 60 % de los votos catalanes en estas elecciones, los unionistas o nacionalistas españoles como a mí me gusta denominarles han perdido en toda regla, el PSC siempre ganador en este tipo de elecciones ha perdido la hegemonía y miles de votos y el Partido Popular ha descendido hasta el quinto puesto como fuerza política en Catalunya. La participación ha crecido en más de 10 puntos sobre la de hace cinco años y con un 47,60 % se sitúa por encima de la cifra española y de la media europea. En estas elecciones los catalanes han dicho a Europa “We Want to vote”, queremos votar el 9-N y lo han dicho en unas elecciones al Parlamento europeo mostrando su firme decisión de seguir siendo parte de esa Europa que, por desgracia, hoy está de capa caída y abocada al populismo y la extrema derecha. ERC ha ganado las elecciones, no ganaba unas elecciones desde 1936 y CiU ha sido segundo fuerza pese a haber aumentado sus votos. En Catalunya el voto soberanista es cada vez más importante.

En España la ciudadanía ha expresado su negativa al bipartidismo, ha dicho no, un no rotundo y en voz alta, a una manera de hacer política que todos habían acatado desde la denominada Transición, que tan sólo fue un pacto para que todo siguiera igual en las filas de la derecha franquista y para que una parte de la oposición recolocara sus peones en los puestos de decisión y poder y así seguir todo igual, sin cambios importantes. Hoy la gente ya está harta, no se conforma con las migajas que el capitalismo, magnánimamente, le quiere dar y lo expresa en la calle y en las urnas. Como cantaba Ovidi Montllor “ja no ens alimenten molles, ja volem el pà sencer” ( ya no nos alimentan migajas, ya queremos el pan entero). Espero que en las próximas elecciones municipales, generales y autonómicas las cosas sigan todavía más claras que ahora entre los votantes y las papeletas de votación jubilen definitivamente a tanto político inútil, y más de una vez trincones, como los que hemos tenido que sufrir la mayoría de las veces.

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