Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director

​Imperio de la ley

Juan García, Cáceres
Lectores
viernes, 31 de enero de 2020, 10:47 h (CET)

Recordemos que Oriol Junqueras fue condenado por sedición y malversación a 13 años de privación de libertad y esa pena le impide ejercer la representación política en el Parlamento Europeo. Junqueras no puede ser eurodiputado. El Tribunal Supremo lo deja claro: no hay inmunidad retroactiva. La condena es firme y no procede tramitar suplicatorio ante el Parlamento Europeo.

Esto, que algunos llaman judicialización de la política, no es más que el pronunciamiento conforme a Derecho que un Tribunal de Justicia hace desde el respeto a las garantías del encausado y de acuerdo a la ley. Junqueras y su partido creyeron poder sacar ventaja de una resolución del Tribunal de Justicia Europeo, pero ahora el Supremo ha clarificado la situación.







Noticias relacionadas

Hay noticias que rayan el insulto y el desprecio hacia quienes se dirigen. Que son asumidas como una verdad irrefutable y que en ese globo sonda enviado no tiene la menor respuesta indignada de quienes las reciben. El problema, por tanto, no es la noticia en sí, sino la palpable realidad de que han convertido al ciudadano en un tipo pusilánime. En un mendigo de migajas a quien los grandes poderes han decidido convertirle, toda su vida, en un esclavo del trabajo.

La sociedad española respira hoy un aire denso, cargado de indignación y desencanto. La sucesión de escándalos de corrupción que salpican al partido en el Gobierno, el PSOE, y a su propia estructura ejecutiva, investigados por la Guardia Civil, no son solo casos aislados como nos dicen los voceros autorizados. Son síntomas de una patología profunda que corroe la confianza ciudadana.

Frente a las amenazas del poder, siempre funcionaron los contrapesos. Hacen posible la libertad individual, que es la única real, aunque veces no seamos conscientes de la misma, pues se trata de una condición, como la salud, que solo se valora cuando se pierde. Los tiranos, o aspirantes a serlo, persiguen siempre el objetivo de concentrar todos los poderes. Para evitar que lo logren, están los contrapesos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto