Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Internacional | Paraguay

Horacio Cartes y Oscar Tuma enfrentados a la prensa fascista

El enfrentamiento entre los medios fascistas y los políticos integracionistas ha disparado una campaña mediática contra el presidente Cartes y sus soportes
Luis Agüero Wagner
viernes, 7 de febrero de 2014, 07:56 h (CET)
Dijo Albert Camus que toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura al fascismo, y es lo que sucede con el gran partido inorgánico que en Paraguay constituye el monopolio de la prensa.

Este grupo de tiranuelos no solo desprecia la democracia, comprometido como estuvo con dictaduras anticomunistas y golpismo militar, también a la clase política democrática y a los votantes de la mayoría. En su momento partidarios recalcitrantes del ALCA, este oligopolio insiste con sus campañas trasnochadas que en política siempre llevan la inherente marca del pensamiento fascista, el temas económicos el neoliberalismo salvaje y en sus crónicas sobre historia nacional el sello legionario.

Durante gobiernos anteriores, fue lamentable el espectáculo de ciertos políticos pusilánimes allanándose a los discursos impuestos por el empresario Aldo Zuccolillo, emblema de los enemigos de la integración regional, quien desde siempre ha buscado instrumentar las hidroeléctricas compartidas entre Paraguay, Argentina y Brasil como fuente de disturbios en el MERCOSUR. Y tanto más notorio el triste papel de estos títeres al tratarse de medios de comunicación bien conocidos por sus vinculaciones directas e indirectas con intereses imperiales extranjeros a la región, y su anacrónico Maccarthismo que pareciera ignorar que la guerra fría finalizó hace casi dos décadas.

En los últimos tiempos, ha empezado a notarse que el libreto de estos medios ha empezado a hacer agua, con la actitud del presidente Horacio Cartes. En primer lugar, dejó de lado las voces de ciertos “expertos” contratados para elaborar estudios destinados a crear problemas en la región con la excusa de Itaipú y Yacyretá. También denunció la ingerencia de la embajada norteamericana en la fiscalía de Paraguay, y reintegró el país a su espacio vital, el MERCOSUR.

En pleno parlamento fue denunciado por el senador Juan Carlos Galaverna, el mismo Aldo Zucolillo como cómplice del operativo Cóndor, y responsable de varios asesinatos. En las redes sociales se publicó profusamente su relación con la dictadura de Stroessner, y los negocios que manejó en sociedad con la misma. El bochorno sufrido hizo recordar la frase de Oscar Wilde, quien decía que no existe hombre lo suficientemente rico como para comprar su propio pasado.

Poco después, Cartes viajó a Cuba para la cumbre de la CELAC, en la cual elogió a José Martí, agradeció la calidez del líder cubano Raúl Castro y se mostró indiferente a las consabidas críticas de la prensa fascista.

Pero Cartes no se encuentra solo en este enfrentamiento. Importantes legisladores como el diputado Oscar Tuma se han sumado a las políticas integracionistas en un giro que les ha valido también los ataques del monopolio mediático.

Tuma se decidió rápidamente por acompañar la apuesta de Cartes por la integración, y se constituyó en uno de los más importantes actores para legitimar en el Congreso paraguayo la presencia de Venezuela en el MERCOSUR.

Siguiendo con el acercamiento a los países de la región, participó de una amena reunión con embajadores bolivarianos que coincidió con la cumbre de la CELAC, organismo creado a inspiración del fallecido líder bolivariano Hugo Chávez.

La respuesta del monopolio mediático no se hizo esperar, y pronto empezaron a ganar espacio los titulares de la prensa fascista contra ambos políticos integracionistas.

Pero solo anunciando el infierno para todos, lo vienen comprobando, ya no es posible torcer el camino de la historia.

Dicen que cuando uno empieza a exagerar su propia fuerza es cuando empieza a sembrar su propia decadencia. Es ese último tramo el que los medios fascistas han empezado a recorrer.

Noticias relacionadas

En el imaginario colectivo, la violencia es algo que sucede “fuera”, en las calles, en las noticias, en las guerras, en los crímenes. Nos han enseñado a identificarla en lo visible, en el golpe, en el grito, en la amenaza. Pero hay otras formas de violencia que no se oyen ni se ven, y que por eso mismo son más difíciles de reconocer y mucho más dañinas.

Entre las múltiples experiencias que he vivido a lo largo de mi vida destacan las tres semanas que permanecí embarcado, allá por los ochenta, en el Ramiro Pérez, un barco mercante en el que realicé el viaje Sevilla-Barcelona-Tenerife-Sevilla enrolado como un tripulante más.

Una rotonda es el espejo de una sociedad. Cuando quieras saber cómo es un país, fíjate en cómo se aborda una rotonda, cómo se incorpora la gente y cómo se permite –o no– hacerlo a los demás. Ahí aparece la noción de ceda el paso, esa concesión al dinamismo de la existencia en comunidad, la necesidad de que todo esté en movimiento, de que fluya la comunicación y que todo el mundo quede incorporado a la rueda de la vida.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto