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Cuál es la mejor manera de aumentar la producción de colágeno | |||
Lo que sí podemos hacer es impedir que el colágeno que ya producimos se degrade | |||
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En los últimos años, el mercado de los productos que estimulan el colágeno ha florecido, ¡y de qué manera! Los suplementos, las cremas, los masajes, e incluso las gominolas que prometen ayudar a minimizar las arrugas y lograr una piel más flexible y joven se venden a toneladas para retrasar lo máximo posible los signos de la edad. La aplicación tópica de colágeno puede servir, aunque no funciona tan fácilmente como se puede esperar. El problema está en que la molécula de colágeno es grande, y no puede penetrar la epidermis de forma natural, por lo que se queda en la superficie. Esto quiere decir que no llega ahí donde se necesita, y por lo tanto, es inservible. No todo se trata de cosméticos. La dieta es igual de importante para aumentar la formación de colágeno. Pero ¿Qué comer? Este equipo de nutricionistas nos recomienda una selección de los alimentos que más colágeno nos aportan, como legumbres, coles y ajo, alimentos ricos en azufre que ayudan a la formación de colágeno y mantienen a raya la pigmentación natural de la piel. Las marcas de suplementos con colágeno afirman que pueden llegar a trabajar profundamente en las capas dérmicas y fortalecer el colágeno desde adentro hacia afuera. Pero por ahora no hay datos buenos y concluyentes sobre la ingesta de colágeno a través de pastillas y polvos y lo que le hace a la piel. Lo que sí podemos hacer es impedir que el colágeno que ya producimos se degrade. Y esto es precisamente lo que hace el tabaco. Envejece la piel comiendo las proteínas, restringiendo así el flujo sanguíneo. El azúcar tiene un efecto similar, puede adherirse permanentemente al colágeno volviéndolo rígido e inflexible, resultando en una piel opaca, seca y envejecida. |
Escozul®, un compuesto natural derivado del veneno del escorpión azul cubano (Rhopalurus junceus), ha despertado gran interés por sus propiedades observadas en células cancerígenas. Aunque su origen se encuentra en la medicina tradicional cubana, la investigación científica ha comenzado a analizarlo con más profundidad.
En verano, se pueden experimentar una mayor frecuencia de problemas urológicos, principalmente infecciones urinarias (IU) y cálculos renales, además de problemas prostáticos en el caso de los varones. Estas afecciones pueden ser más comunes debido al aumento de la sudoración, la mayor exposición a bacterias y la posibilidad de deshidratación.
Con la llegada del verano, muchas personas experimentan una sensación de pesadez, hinchazón y fatiga en las piernas. Las altas temperaturas provocan la dilatación de las venas, lo que dificulta el retorno venoso y favorece la acumulación de sangre en las extremidades inferiores. Además, factores asociados al verano como la exposición prolongada al sol pueden agravar estos síntomas.
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