Sólo un cúmulo de circunstancias podía poner en duda la corona del motociclismo mundial que Marc Márquez, el genio más grande desde la aparición de Valentino Rossi, se ha venido labrando más que merecidamente desde que comenzara la temporada de MotoGP.
Pues bien, la primera de ellas ya ha llegado. Y lo paradójico es que no se ha tratado de un fallo suyo, ni tampoco de un problema mecánico. A buen seguro que el #93 más famoso de los circuitos no podía ni imaginar que lo que no han podido provocar -con su hacer en la pista y con la presión vanamente metida fuera de ella- ni Jorge Lorenzo ni Dani Pedrosa le iba a llegar desde su propio box.
Y es que la monumental metedura de pata del equipo Repsol Honda el pasado fin de semana en el Gran Premio de Australia –haciendo entrar en boxes a Márquez, en esta atípica carrera, una vuelta más tarde de lo permitido, provocando su descalificación- no sólo merece entrar en la categoría de errores tan humanos como estúpidos, absurdos e infantiles; sino que, además, deja en el aire la consumación de la gesta del joven “rookie”.
Todavía son 18 puntos los que Márquez le lleva a Lorenzo, y 34 a Pedrosa. Es decir, que el mallorquín, si quiere revalidar el título, debería ganar tanto en Motegi como en Cheste, y que en ninguna de las dos carreras fuera Marc segundo. Las opciones de Pedrosa son remotas.
Si nada raro ocurriese, teniendo en cuenta que Lorenzo, fortísimo, no va a cejar en su empeño, la fiabilidad mostrada por Márquez debería ser razón de sobra para pensar que, tirando muy por lo bajo, algún segundo puesto debería lograr sin problemas.
Pero, por el momento, el tifón que se prevé que llegue a Japón en el fin de semana hace que la previsión de lluvia sobre Motegi sea altamente probable al día de hoy. Y, sobre mojado, todos sabemos que las carreras son una auténtica lotería, más aún para quien carece de experiencia en estas situaciones con una máquina de 1000cc.
El domingo, al amanecer en España, saldremos de dudas; aunque lo que es seguro es que Honda debe estar rezando para que lo de Phillip Island no acabe llegando a mayores.
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